El rector de la Universidad de Jaén (UJA), Nicolás Ruiz, ha alertado de las consecuencias negativas que implica el «incumplimiento sistemático» de la Junta de Andalucía en materia de financiación del sistema público universitario y ha subrayado que «afecta más gravemente a la UJA», de ahí que haya pedido a esta administración «lo que corresponde» en lugar de lanzar «cortinas de humo».
En rueda de prensa este jueves, ha hecho hincapié en que no se está pidiendo más «de los establecido por ley» en el modelo de financiación aprobado a finales de 2023 y de lo acordado junto a los sindicatos sobre complementos autonómicos para el Personal Docente e Investigador (PDI) temporal y para la carrera horizontal del Personal de Gestión y Administración (Ptgas).
Por ambos conceptos, según ha precisado Ruiz, el Gobierno andaluz «adeuda unos 50 millones», unos 25 en cada caso, de los que a la institución jiennense corresponderían «en torno a cuatro».
Ha recalcado que esta situación «grave» para todo el sistema «afecta más gravemente a la UJA» por cuanto los fondos adicionales comprometidos para cumplir el modelo de financiación «están principalmente destinados a una partida de nivelación» diseñada para «revertir los desequilibrios que se produjeron en 2022 por la aplicación del fallido modelo Velasco y que provocaron una importante pérdida» para la Universidad de Jaén.
«El actual modelo de financiación es un buen coche al que le falta gasolina. Sobre el papel, es un buen acuerdo, pero a día de hoy se queda en papel mojado porque no se cumple. Tengo que decirlo alto y claro, si no se llega a la financiación comprometida, los efectos perniciosos del modelo de gasto se habrán consolidado y agrandado en nuestra institución», ha afirmado.
El rector ha apuntado que en «ese indeseable contexto» la situación económica de la UJA «será de asfixia, con muchísimas dificultades para funcionar», ya que entraría en «déficit estructural». Por ello, ha dicho esperar «que el modelo de financiación vigente, modelo Villamandos, no sea la segunda parte del modelo de gasto que la propia Junta de Andalucía derogó al considerarlo como fallido».
Se ha referido, además, a la oferta trasladada a finales de la semana pasada por la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación para «aportar 21 de los 50 millones de euros pendientes de abono». Ha considerado que es «un parche» que «no satisface» sus «legítimas reivindicaciones».
Algo que el rector ha fundamentado en dos razones: «porque es una cantidad claramente insuficiente» frente a los 50 millones de euros pactados y porque esos fondos para este año «no son consolidables en 2025 y sucesivos». De este modo, «no se incorporarán a la envolvente financiera del sistema universitario público andaluz» y «no sirven para cumplir» con la norma y los acuerdos firmados.
Por ello, a la vista de esta «difícil situación» económica y de «interlocución», los rectores de las universidades públicas andaluzas han reclamado la «implicación personal» del presidente de la Junta, Juanma Moreno, para lograr «una solución satisfactoria» a este «incumplimiento de los acuerdos».
«Recorte injusto, ineficiente e irracional»
«Si la Junta persevera en el incumplimiento, nos estará condenando a sufrir un recorte injusto, ineficiente e irracional, que tendrá consecuencias muy negativas», ha lamentado. Como muestra, ha hablado del «impacto en políticas de personal», como las referentes a consolidación y promoción, y que los gobiernos central y el gobierno deben «propiciar»
Ruiz ha defendido que «esto no se impulsa a base de recortes», sino «al contrario» y, «sobre todo, asumiendo acuerdos y compromisos que luego se quedan en papel mojado». En este punto, ha señalado que «lo que uno acuerda, se cumple y, si no se puede cumplir, se explica y se busca fórmula para resolverlo».
Frente a ello, ha tildado de «realmente llamativo» no haber «escuchado ni al consejero de Universidad», José Carlos Gómez Villamandos, ni a otros responsables autonómicos «hacer una sola referencia en sus intervenciones al modelo de financiación ni a los acuerdos» con los rectores y las organizaciones sindicales.
«Todo es, digamos, cortinas de humo en que en este año las universidades vamos a recibir la mayor dotación de la historia. Pero si es que no estamos hablando de esto. Y la mayor dotación de la historia… Claro, con un escenario de una inflación disparada en los últimos años y en un contexto también de un incremento de los costes de personal también exponencial», ha declarado.
En este sentido, ha reclamado «que centren el tema» y «hablen de modelo de financiación» y del acuerdo. «Que nos hablen de esto, que nos digan si esto lo firmó el consejero o no lo firmó, si este compromiso existe o no existe. Y si existe, cómo y cuándo lo va a cumplir. Los demás son desviar la atención y cortinas de humo», ha aseverado.
Remanentes
Además, a la espera de que se cumplan esos acuerdos, Ruiz ha hablado de «nuevas piedras en el camino» que «complican todavía más» la «dedicada situación», como es el caso del «supuesto plan extraordinario de inversiones». Ha detallado que esta programación de 80 millones entre 2024 y 2027 para las diez universidades públicas «se nutre únicamente» con los ahorros que cada una ha acumulado y «no con una inyección de fondos adicionales» de la Junta, que lo que hace es «autorizar» ese gasto.
Cuando se comenzó a negociar, la UJA solicitó destinar unos cinco millones de euros de sus remanentes para acabar el edificio de Ciencia de la Salud. La autorización inicial «fue de 4,5 millones que, posteriormente, fue recortada a cuatro millones».
«Todo estaba hablado y acordado. Hasta la semana pasada, en la que nos llegó la resolución definitiva de la Consejería de Universidad, en la que se nos informaba de que sólo nos autoriza utilizar 3,3 millones», ha dicho, ni sin destacar que esto va a generar «un agujero de 1,2 millones» respecto a lo inicialmente previsto.
A su juicio, es fruto de «una inadecuada gestión de la Consejería», ya que «no parece nada razonable enviar la resolución de uso de remanentes a toro pasado, con inversiones ya ejecutadas, y cambiando de criterios cuando el año está a punto de expirar».