Una veintena de alumnos de la novena edición de la Escuela-Taller ‘Paisaje e Industria’ trabajaron durante meses para transformar el antiguo silo de la calle Gardenia esquina Escultor Pedro de Mena en un espacio de creación artística dirigido a los jóvenes de Linares.
En enero de 2015, el centro era una realidad con la participación de distintos colectivos y asociaciones culturales de la ciudad. Dotado del mobiliario necesario para albergar diferentes actividades, el ‘Silo del Cereal’ veía cumplidas las expectativas de músicos, escultores, grafiteros, pintores, actores… En definitiva del siempre emergente sector cultural linarense.
Siete años después, este inmueble incluido en el Catálogo de Edificios Protegidos presenta un aspecto desolador. Solo basta con pasar por allí para comprobar su situación de abandono y dejadez. «Once años después ,que tiene que pasar para que las autoridades tomen medidas para proteger y cuidar este bien», denuncia un ciudadano.
Los restos de basura se acumulan en el recinto, cuyas alambradas no impiden que se cuelen para incluso hacer fogatas, con el riesgo que ello conlleva para la seguridad no solo del edificio, sino de las propias personas.
«El principal problema es el incivismo», indica Juan Manuel, vecino de la calle Julio Burell y usuario de las pistas de pádel del Complejo de Deportes de San José. «Es cierto que las autoridades municipales no hacen nada por remediar su situación, pero lo que no es de recibo que los vecinos no lo respetamos», advierte.
En cierto modo lo le falta razón. «¿Cómo impides y controlas el vandalismo?», se pregunta para rematar: «Es patrimonio y hay que cuidarlo». La cuestión, como apunta Félix Iniesta, es que no es un hecho aislado. «En la ciudad hay edificios que llevan años olvidados, y qué decir de las minas», apostilla.
El espacio cuenta con dos salas anexas al silo y se habilitó la zona exterior, que ahora es usada como centro de entrenamiento para los aficionados a la calistenia.
Fotos: Félix Iniesta