Martín Fiz: «Me encanta la competición, ponerme el dorsal y echar a correr»

El atleta vitoriano destaca la importancia de la carrera de la Fundación José Luis Martín López para promover la solidaridad y los valores deportivos entre los más jóvenes

Por:Javier Esturillo
14 noviembre 2025
Martín Fiz durante una sesión de carrera.

Da igual que sean carreras para aficionados. En cuanto hay una mínima organización, otras personas con dorsales y, sobre todo, un reloj que mide los tiempos, la psique humana sufre una transformación instantánea que la lleva a un inusual nivel de competición consigo misma.

Martín Fiz Martín (Vitoria-Gasteiz, 1963) no ha perdido esa mentalidad competitiva que ha marcado su existencia y que le ha llevado a alcanzar la gloria del atletismo internacional en la prueba más dura y exigente, el maratón.

Es historia del deporte español. Sus victorias en el Mundial de Gotemburgo en 1995 o en el Europeo de Helsinki, un año antes, siguen grabadas en la memoria de los aficionados, al igual que la plata en Atenas de 1994, también en el Campeonato del Mundo.

El hombre que lideró la mejor cosecha de maratonianos que ha dado España, gente como Abel Antón, Diego García o Alberto Juzdado, se sigue cuidando al máximo y no tiene intención de parar. «Entreno cinco días por semana», declara a este periódico.

Es cierto que los compromisos profesionales, sociales y familiares han hecho que baje un poco el pistón, -«tampoco la edad no perdona», advierte-, pero cuando se acerca una carrera se enciende en él una luz de alerta, que acelera sus pulsaciones y sus ganas de desafiarse a sí mismo. «Me encanta la competición, cada vez que llega una carrera siento un runruneo por todo el cuerpo, me motiva ponerme un dorsal y echar a correr, el olor a crema antiinflamatorio. Esa lucha contra uno mismo es suficiente para que crezca en mi el estado de motivación», asegura.

Martín Fiz celebra la victoria en la SuperHalfs, circuito internacional compuesto por seis prestigiosas carreras de medio maratón.

Deporte y solidaridad

Martín Fiz será uno de los principales atractivos de la primera Carrera Fundación José Luis Martín López, de fines solidarios, que se disputará el próximo 23 de noviembre por las calles de Linares. Ciudad que conoce por Raphael, por su buen aceite y por su rica gastronomía. «Estuve allí hace un par de años para dar una charla a estudiantes de la localidad. Me pareció grande e interesante, que requiere una visita turística, deportiva y gastronómica», apunta.

Considera que deporte y solidaridad conforman un binomio perfecto y esta prueba es un ejemplo de ello. «Las personas que hemos sido profesionales, en este caso, Abel Antón, Reyes Estévez, Jesús España Fermín Cacho y yo, siempre tendremos un hueco para el deporte solidario. Debemos contar nuestras experiencias y decir al mundo que nadie te regala nada, que hay que ganárselo con trabajo, bondad, sacrificio. La solidaridad con los niños que tienen necesidades económicas o afectivas es fundamental y, por eso, no dudamos en formar parte de esta iniciativa tan bonita».

Enseñanzas

Martín Fiz no entiende su vida sin el deporte y, por supuesto, sin el atletismo. «Me lo ha dado todo y yo le he respondido con todo lo que tengo: perseverancia, humildad y por supuesto talento para correr«. Su trayectoria se caracteriza, de igual modo, por su fortaleza mental. Kilómetro a kilómetro, proyecta interiormente un relato que adopta los matices y sensaciones que desprende la carrera.

La alta competición le enseñó a ganar y a perder, a comprender que no todo pasa por cruzar la línea de meta en primera posición, que lo importante está en el proceso, en el recorrido que se hace hasta llegar ese momento. En saber que el esfuerzo mereció la pena.

El atleta vitoriano se entrena para una carrera.

Humilde y sencillo

Cerca de cumplir los 63 años, Martín Fiz, un tipo humilde y de costumbres sencillas, destaca la relevancia de carreras como la de la Fundación de José Luis Martín López para fomentar el espíritu deportivo entre los jóvenes. «Los atletas que antes he mencionado nacieron en localidades más pequeñas que Linares. Estos señores, con 10 y 12 años, empezaron a correr sin saber que llegarían a ser campeones. Cualquier niño, sea de pueblo o de ciudad, también puede serlo, si se lo propone en serio. La carrera de Linares es un evento solidario que promociona el deporte escolar, profesional y de esas personas que les gusta correr por salud. Ojalá dentro unos años veamos algún niño o niña de Linares corriendo en unos Juegos Olímpicos», remata.

Preguntado, precisamente, por la ‘fiebre del running’, tan de modo en nuestros días, el vitoriano responde: «Ha venido para quedarse. Cada vez hay más gente corriendo por las calles. Hace año éramos cuatro los que corríamos y ahora somos millones. Las mujeres copan el 50 por ciento de la palpitación en carreras. La gente joven se cuida y sale hacer deporte. Hay un ambiente de deporte y vida saludable que me parece sensacional», añade a El Nuevo Observador.

Martín Fiz traslada pasión en sus palabras y un mensaje de superación, perseverancia y amor por el atletismo que asombra por su sinceridad. Por eso, se ha consolidado como un verdadero ícono del deporte español, y su legado permanece vivo en el corazón de todos los seguidores, como un ejemplo dentro y fuera de la pista y del asfalto.

Más información sobre la carrera en el siguiente enlace: https://www.carreralinares.es/

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