Las cigüeñas, las aves del buen augurio, se han convertido en protagonistas de los atardeceres de Baños de la Encina. Una bandada surcado uno de los pueblos más bonitos de España durante su viaje migratorio, a la par que muchas de ellas se han visto obligadas a utilizar varios edificios y árboles del municipio como parada del largo viaje que están a punto de completar.
Pese a lo llamativo de la situación, se trata de una imagen relativamente usual durante esta época del año, puesto que la provincia de Jaén se encuentra dentro de la hoja de ruta de su migración anual cuando se encaminan de vuelta a África en su migración postnupcial.
Después de revolotear desde las alturas, y ver las impresionantes vistas de Baños de la Encina, se posaron en los tejados de las viviendas y en árboles cercanos al castillo. Los vecinos que se encontraban en la calle no salían de su asombro e inmortalizaron la situación captando fotografías o grabando algún vídeo. «La mirada se pierde entre las ramas. Imposible contar el número de aves», relata un lugareño al ver «un espectáculo sinigual».
Conviene recordar que Baños de la Encina cuenta con un nido permanente de cigüeñas en lo alto del campanario de la ermita de Jesús del Llano. Actualmente hay 42 nidos en la provincia de Jaén, sobre todo en campanarios y postes de electricidad y nacen cada año aproximadamente 60 pollos.
Los voluntarios de la Sociedad Ibérica para el Estudio y Conservación de Ecosistemas, Siece, tienen censados todos los nidos de la provincia. Junto al Grupo Erithacus anillan todos los años los pollos que nacen, entre ellos los que lo hacen en Baños de la Encina, donde el pasado mes de junio se procedió al anillamiento de nuevas crías.
Bomberos de Linares, además de limpiar y sanear el nido, procedieron al rescate, pesado, medición y anillamiento de los ejemplares.