«Nos ha hecho felices». Esta afirmación de Florentino Fernández resume la actuación de Antonio José García Muñoz, ‘Torres’, en Got Talent España, donde obtuvo el pleno del jurado y su pase a la semifinal del programa de Telecinco.
El mago linarense dejó con la boca abierta a todos con un número cargado de momentos emocionantes, que tocó la fibra sensible del público y de los miembros del jurado, compuesto por Risto Mejide, Paula Echevarría, Edurne y el citado comediante Florentino Fernández.
Durante su show, Torres comenta su vida, sus recuerdos y la importancia de los números en su trayectoria vital. Pide al jurado que escriban una serie de dígitos, de manera independiente, y él adivina de cuáles se tratan. De hecho, los deja escritos antes de que ellos lo hagan en sus pizarras. Pero la actuación no acaba aquí. En su cartera hay un boleto antiguo con los mismos números.
Para rematar, solicita a Florentino Fernández que multiplique todos los números que ellos mismos han escogido y el resultado son fechas claves de los nacimientos de los hijos del jurado. «Me acabas de dejar alucinada», confiesa Paula Echevarría. Por su parte, Risto Mejide considera que «el número está muy bien perpetrado».
Como resultado, cuatro síes y el pase a la final. Fue su propia hija, Alicia, que se encontraba entre el público, la que le comunicó la noticia en medio de una fuerte ovación. «Los sueños se cumplen», dijo el prestidigitador, actual entrenador de la UDC Torredonjimeno, equipo de Tercera Federación.
Leyenda del linarensismo
Torres lleva el segundo apellido de su padre Enrique, leyenda viva del linarensismo. Aquel delantero, cedido por el Sevilla FC, que marcó una época en el Linares CF de las décadas de los 70 y 80.
Él, como su progenitor, fue futbolista de éxito, de los pocos jugadores criados en la cantera azulilla que ha tenido el gusto de debutar en Primera División. Fue con la camiseta del Real Zaragoza ante el Sporting en el mítico El Molinón, el mismo campo en el que años atrás se estrenó su padre en la máxima categoría.
El actual entrenador del Torredonjimeno siempre será recordado en su tierra por el ascenso en Castalia, los récords en Tercera y aquella épica salvación frente al Cacereño, pero también por su humildad, humanidad y generosidad.
Lo demuestra cada vez que puede, aunque no desde el banquillo ni con la pelota en los pies, sino con juegos de cartas y trucos que dejan anonadado a todo aquel que se acerca a ver su espectáculo ‘Sueños’, con el que triunfa como mago.
