Cada vez que Luisa, de 71 años de edad, asoma la cabeza y ve las escaleras que pegan a su portal siente pavor, sobre todo si viene cargada de bolsas de la compra. «Me cuesta mucho andar y sé que cualquier día me puedo caer. Estas escaleras son un verdadero peligro«, relata a este periódico.
Luisa reside en el Bloque II de la promoción denominada Gran Avenida, entre la calle Pintor Pablo Picasso y la Avenida de Andalucía. Esas escaleras conectan estas dos vías y acortan el trayecto tanto para viandantes como para residentes. Sin embargo, «su estado es lamentable«, denuncia María José Arias, que ha perdido la cuenta de los escritos registrados en el Ayuntamiento y las llamadas a los políticos de la ciudad. «No han hecho nada», sintetiza.
No hace muchos días, la hija de 4 años de un vecino se tropezó con la loseta suelta de un escalón y se dio un buen golpe. Tuvo que ser atendida en el hospital. Los padres presentaron una denuncia en la Policía Nacional y una queja en el Consistorio. Por suerte, en esta ocasión, quedó en un susto.
Sin embargo, los afectados consideran que si no se pone remedio «algún día lamentaremos una desgracia«. Estas escaleras abiertas público presentan numerosas deficiencias y desperfectos, además un aspecto general que deja mucho que desear.
Los vecinos quieren que el Ayuntamiento o el responsable de la infraestructura la arregle de una vez y ponga barandillas a los lados y no en el centro, puesto que su ubicación actual «no ayuda en nada«.
Las personas mayores, con movilidad reducida o algún tipo de discapacidad sufren cada vez que suben o bajan las escaleras. «Es espantoso», alerta María José. «Necesitamos que nos escuchen, que nos hagan caso», insiste.
Y es que el problema viene de lejos y hasta ahora ningún dirigente municipal ha puesto los medios para mejorar la calidad de vida de estos residentes. Se sienten «dejados en la mano de Dios«.
Con una media de 60 años de edad, el centenar de vecinos del bloque también pide a los responsables de la Administración local que se pasen por esta zona de Linares y vea que «no tenemos ni pasos de cebra«. «Asfaltaron la calle y no los volvieron a pintar», añaden.
Las otras dos escaleras que jalonan Pintor Pablo Picasso y dan acceso a la Avenida de Andalucía están igual de mal que la denunciada por estos residentes. Son auténticas barreras arquitectónicas.
Fotos: Javier Esturillo