El agua del grifo de Linares mantiene la calidad a pesar de la sequía

El largo periodo sin precipitaciones no ha modificado un ápice los parámetros de idoneidad del agua que consumen, cuyo abastecimiento está garantizado

Por:Javier Esturillo
Una mujer llena un vaso de agua. Foto: El Nuevo Observador

«Incolora, inodora e insípida» se suele decir en referencia al agua. Sin embargo, la movilidad de una ciudad a otra ha demostrado que no siempre esta afirmación tiene sentido. Existen lugares en los que el agua presenta un sabor neutro, mientras que en otros el gusto es espantoso. Linares, por suerte para sus vecinos, pertenece al primer grupo.

Y es que, a pesar de la prolongada sequía, no ha afectado ni un ápice a la calidad del agua del grifo que utilizan los linarenses para beber o cocinar. Así se desprenden de la información facilitada por Linaqua a El Nuevo Observador, que ponen de manifiesto que «la mineralización del agua sigue siendo débil y no se observa la aparición de ningún contaminante relacionado con las épocas de baja pluviometría», precisa.

Además, como dato importantísimo, conviene subrayar que el agua embalsada en el pantano de La Fernandina es superior al del año pasado por estas fechas, por lo que, a día de hoy, «no se prevén problemas en el abastecimiento».

Foto de recurso de las Instalaciones de Linaqua.

Esto no quiere decir de que no se tenga el máximo cuidado con el uso de este elemento imprescindible para la vida. Más bien todo lo contrario. Desde Linaqua advierten de que se trata de un recurso escaso y como tal debe ser gestionado de una manera eficiente. Por ello, la empresa concesionaria del servicio realiza durante todo el año una gestión enfocada a minimizar las pérdidas de agua.

Así, lleva a cabo labores periódicas para la localización y reparación de fugas subterráneas en la red de abastecimiento de agua potable. También centra buena parte de su trabajo en la detección de fraudes mediante la vigilancia y control de posibles acciones fraudulentas de consumo de agua sin contador, lo que se conoce comúnmente como «enganches».

Otra de sus misiones es el control de riegos de jardines y zonas verdes, además de fuentes. Linaqua, explican desde la empresa, está atenta a posibles escapes o roturas de los sistemas de riego y fuentes municipales, permaneciendo en contacto con el Ayuntamiento ante posibles problemas que requieran de una reparación para evitar el derroche de agua.

Escolares de Linares realizan una visita a la Estación Depuradora de Aguas Residuales de Linaqua.

Controles de parámetros

En relación con la calidad, Linaqua se basa en el Protocolo de Autocontrol y Gestión del Abastecimiento para garantizar el estado del agua para consumo humano. En este sentido, elabora diferentes informes, que van desde análisis de control (43 al año) a estudios del grifo del consumidor, con 22 muestras al año en domicilios de Linares y de la Estación Linares-Baeza.

Del mismo modo, analiza la situación del cloro y acomete controles de rutina y otras operaciones para garantizar que el agua es apta. Todo esto sin olvidar que, a lo largo del año, realiza nueve controles completos que miden 99 parámetros químicos, organolépticos y microbiológicos, incluyendo los mismos 12 de los análisis de control.

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