El rugby, deporte intenso y visualmente seductor, no acaba de cuajar en Linares. Pero no faltan animosas iniciativas para dar comienzo a la afición desde la misma base. Eso es lo que pretende el CD Íberos Rugby con la promoción del deporte oval en los centros educativos de la ciudad para ampliar la nómina de jugadores de las categorías inferiores.
El club albiceleste, con una década de historia, quiere que los niños conozcan de cerca su deporte y, por tal motivo, realizan entrenamientos cada lunes y miércoles, de ocho de la tarde a nueve y media de la noche, en el campo de césped artificial del Complejo de Deportes de San José.
El objetivo no es otro que convertir el rugby linarense en un referente de valores, cantera, y competitividad a nivel deportivo. «Nuestra base es la promoción, impulso y enseñanza del rugby en la ciudad para que crezcan todas las categorías del club», señala a este periódico Patricia Garrido, componente del equipo femenino.
La entidad mantiene su propósito de llevar el rugby a las escuelas e institutos para captar jugadores. Quiere que palabras como drop, melé, touch o ensayo tengan cada vez más resonancia en el municipio, donde ha aumentado su práctica en las categorías sénior, pero no en la base.