El consejero de Industria, Energía y Minas, Jorge Paradela, ha defendido la «meticulosa» tramitación ambiental que desde la Junta de Andalucía se lleva a cabo para la creación de plantas de biogás y biometano. Y ello el marco de «un proceso reglado» que implica a los ayuntamientos, que son «los que deciden si una planta de biogás se instala o no en su municipio y bajo qué condiciones».
Así lo ha indicado este miércoles en respuesta a la pregunta formulada por la diputada de Por Andalucía Esperanza Gómez, quien ha alertado del «rechazo» que se está dando en torno a estos proyectos de energía sostenible en la provincia de Jaén y ha pedido actuar «para evitar los efectos negativos que algo en sí que es positivo acaba teniendo sobre los ciudadanos».
En este sentido, ha considerado que desde la Junta «se está haciendo algo mal» cuando se acaba «corrompiendo algo tan positivo como la energía sostenible, enfadando a todo el territorio y haciendo instalaciones sin criterio, sin tener en cuenta a personas afectadas y anteponiendo los intereses de las empresas».
«Los proyectos de biogás que se están instalando en la cercanía de núcleos urbanos, buscando un acceso más sencillo y más fácil a las infraestructuras de comunicación y acceso a servicios como el agua, acaban poniendo en riesgo a poblaciones cercanas», ha comentado.
Gómez ha aludido de efectos como «malos olores, gases contaminantes», contaminación del suelo «por digestato» o residuos «cargados de nitrato y metales pesados», además del posible impacto en el consumo de agua, que «acaban provocando problemas para otro tipo de actividades que se producen en la zona».
Tras cuestionar «por qué se están realizando estas instalaciones en estos lugares y no en otros», se ha mostrado «segura de que en Andalucía hay terrenos de sobra para poner plantas de biogás», aunque «seguramente sea más caro o más costoso para una empresa».
«Se está creando cierta sensación de negativa o rechazo a energía sostenible, a métodos de producción de energía sostenible, porque le acaban incidiendo en su vida diaria cuando no sería necesario», ha dicho Gómez, no sin demandar medidas que lo eviten.
Apuesta por las energías renovables
Por su parte, el consejero ha apuntado que en la apuesta por las energías renovables la Junta considera «esencial el aprovechamiento de la biomasa, siempre que se garantice la transparencia y el rigor de la tramitación de los proyectos y el absoluto respeto por el medioambiente y la seguridad de las personas».
«Esta tecnología renovable se fundamenta en preservar el desarrollo de proyectos que solucionen la problemática de residuos agrícolas en el territorio, que elijan las ubicaciones adecuadas, que se transmiten con la transparencia debido a la información de la ciudadanía y que no generen molestias», ha explicado.
Ha recordado la constitución el pasado 13 de enero en Jaén de la Alianza del Biogás, que «integra más de 90 entidades público-privadas y en cuyo marco se ha elaborado una hoja de ruta que se aprobará «en estos próximos días» con el objetivo de «identificar los retos y oportunidades de esta industria en Andalucía y definir las líneas de acción para impulsarla».
Paradela, además, ha recalcado desde la Junta se cumple «estrictamente» con su cometido. «Desde el punto de vista urbanístico, ya hace meses que se aclaró, tema muy importante, que el uso de suelo rústico para la instalación de una planta de biogás o biometano es un uso extraordinario del suelo, por lo que para su instalación se requiere la tramitación de un plan de actuación por parte del Ayuntamiento correspondiente».
«Dicho de otro modo, son los promotores quienes deben conseguir la licencia social operativa del territorio para la construcción de estas plantas y son los ayuntamientos los que deciden si una planta de biogás se instala o no en su municipio y bajo qué condiciones», ha declarado.
Procedimiento reglado
Al respecto, ha resaltado que «es un procedimiento reglado que tarda entre ocho y diez meses» y «requiere del acuerdo en pleno del ayuntamiento y periodo de información pública», de modo que tiene «todas las garantías».
«Esto no corresponde a la Junta, lo que sí hacemos son dos cosas. Primero, una tramitación ambiental extraordinariamente meticulosa, de manera que la ciudadanía puede estar tranquila de que, si se otorga una autorización ambiental a una planta de biogás, es porque hay plenas garantías de que no va a causar ningún tipo de daño o molestia, ni a las personas ni al medio ambiente. Se analizan emisiones, ruidos, olores, etcétera», ha subrayado
En segundo lugar, el Gobierno andaluz insta «a los promotores a que realicen actuaciones de información y difusión que comuniquen con total transparencia los proyectos a las comunidades locales». «En definitiva, desde la Junta no imponemos nada, no nos corresponde regular, no promovemos las plantas ni elegimos las ubicaciones», ha concluido Paradela.