La lluvia está siendo la gran protagonista de la Semana Santa de 2024. Ni los más viejos del lugar recuerda un tiempo tan malo durante esta celebración que apenas ha dado respiro a las cofradías. Solo el Domingo de Ramos se libró del aguacero.
Las precipitaciones son bienvenidas para el campo y los pantanos pero no tanto para la hostelería, los hoteles y alojamientos justo durante la Semana de Pasión en Linares, uno de los momentos más esperados del año. No en vano, supone «el arranque de la temporada» tras unos meses, enero y febrero, «en los que se vende, pero no tanto». Por eso, esta fiesta es «la que te hace respirar» a los baristas y restauradores de la ciudad.
«No está siendo mala, pero no de las mejores», asegura a este periódico Antonio, propietario del emblemático Bar Marsella, en la calle Nueva, donde el Domingo de Ramos y el Jueves Santo «han ido de maravilla», aunque no así el resto de días.
A esto hay que añadir que el mal tiempo impide el uso completo de las terrazas en bares, cafeterías y restaurantes y esto supone la pérdida importante del total de facturación hasta tal punto de que numerosos establecimientos han descartado reforzar sus plantillas con extras. «En mi caso, tenía previsto contratar a dos personas. Al final, me he apañado con lo que tengo», lamenta el dueño del Marsella.
En cualquier caso, la lluvia aprieta, pero no ahoga y las reservas «han funcionado bastante bien», señalan desde Cafetería Lemans. Todavía queda el Viernes Santo y el Domingo de Resurrección, aunque el pronóstico de la Agencia Estatal de Meteorología apunta a que siga lloviendo en Linares.
