El Ayuntamiento acaba de adjudicar el plan de desbroce de este y los dos próximos años. Sin embargo, aún no ha llegado a espacios públicos de muchos barrios, en los que la maleza y las malas hierbas crecen sin control, más aún después de las abundantes lluvias de los meses de marzo y abril.
Los árboles y las aceras presentan un estado «lamentable y abandonado» que ha colmado la paciencia de los vecinos. «Esto pasa de castaño a oscuro. Cada vez, empiezan más tarde», expresa a este periódico una residente de la barriada de Santa Ana que ha salido temprano a caminar.
La vegetación campa a sus anchas en los parques de la Avenida Primero de Mayo en el que los niños y niñas juegan rodeados de zarzales y arbustos, además de suciedad e insectos, producto de la falta de limpieza. «Basta una colilla para provocar un incendio», advierte otro vecino.





Las cunetas de la carretera y el acerado corren la misma suerte. La espesura es tal que impide el normal tránsito de personas. Incluso hay señales que no se ven, como tampoco las paradas de bus, bancos y las papeleras. Temen que todo empeore con la llegada de las temperaturas veraniegas.
El pasado año, el Consistorio linarense emprendió las labores de desbroce a principios de abril, adelantando la fecha prevista, dado de que había llovido mucho. «Este año, si ha empezado ya no lo hemos visto», se queja Mariana, propietaria de un piso en la zona.
El PSOE también lamenta la situación que viven determinados barrios y los centros educativos, donde la maleza ha llamado a su puerta. Se puede ver claramente, precisamente, en el CEIP Santa Ana, donde hay que esquivar la vegetación para poder acceder.

El principal partido de la oposición urge a las autoridades municipales para que realicen labores limpieza e higienización de las calles y de los colegios. “Estamos en mayo y siguen sin desbrozar, cuando el equipo de Gobierno se comprometió a empezar en febrero. Llegan tarde. Ya vamos con casi dos meses de retraso y eso es una dejadez injustificable y muy peligrosa”, afirma el edil socialista Francisco Mañas.
«Las malas hierbas ocultan objetos peligrosos, pueden provocar caídas, cortes, urticarias o incluso alergias. Las garrapatas no son una exageración: pueden transmitir enfermedades muy graves», advierte el concejal del PSOE.
Asimismo, recuerda que las malas hierbas levantan el pavimento y generan un estado de inseguridad a los viandantes que transitan las vías públicas. Por ello, insiste en la necesidad de «acelerar el paso» en las zonas afectadas para evitar molestias y riesgos de incendios.
Es de vergüenza. No soy experto en gestión de personal, pero estoy seguro que con una buena organización de las personas contratadas por el ayuntamiento para la recogida de residuos y cuidado de zonas verdes, distribuyendo las zonas, se puede atajar el problema y cortar y desbrozar todas esos lugares.
Tantos asesores y carguitos y no sabemos dar respuesta a los problemas.
Que apunten que proyectar imagen es importante, quién no es vecino y ve ese estado y dejadez de la maleza se lleva una muy mala impresión.
Lo que hace falta es voluntad y capacidad de decisión, no estar 5 meses para dar respuesta a medias a los problemas.