La motivadora historia de resiliencia y superación de la linarense Elena Lorite

Enamorada del CrossFit, tuvo que reconstruir su cuerpo y su vida después de superar un tumor y un embarazo de alto riesgo

Por:Javier Esturillo
30 septiembre 2025
Elena Lorite, con sus hijas Adriana y Julia.

A Elena Lorite García se le vino el mundo abajo cuando escuchó la palabra tumor. Tras unas pruebas médicas, le diagnosticaron un teratoma. En ese instante quedó impactada por la noticia. «Por dentro había como una procesión, un trabajo interno de aceptar lo que te estaba pasando», recuerda aún con emoción.

Ocurrió el 18 de noviembre de 2021. Solo tres semanas después, entraba en el quirófano para que le extirparan el ovario derecho. A principios de 2022, ya estaba de nuevo en el box machacándose en la disciplina deportiva por la que sintió un flechazo a primera vista hace una década: el CrossFit.  

Su historia es la de una mujer hecha a sí misma a base de disciplina y de enormes dosis de superación. Ni el tumor la tumbó ni tampoco un embarazo de alto riesgo. El deporte se convirtió en su motor, en su manera de reconectarse con un cuerpo que sentía perdido.

Elena Lorite realiza un ejercicio de fuerza en una competición.

A sus 37 años, es madre de dos preciosas niñas. Adriana y Julia y tiene una moral a prueba de bombas. No hay quién pueda con ella, ni con sus ganas de bajar cada día a Bunker Training, en el Polígono Los Jarales, el lugar donde encuentra el equilibrio. Es la vitamina que necesita para estar en forma, ponerse a punto para las competiciones y afrontar los retos de que marca la vida.

Criada en el barrio de Las Américas, es una deportista de espíritu activo y contagiosa energía. Su perseverancia le ha llevado a batallar al máximo nivel con otras atletas de la comunidad autónoma. Siempre con un sonrisa en los labios.

Más allá de su lucha personal, Elena Lorite se ha convertido en una voz poderosa para quienes enfrentan desafíos similares, transmitiendo un mensaje de esperanza, resiliencia y amor propio. «El deporte me sacó de ese lugar de autocompasión y me mostró que podía construir bienestar físico y emocional», asegura a este periódico, consciente de que su ejemplo puede inspirar a otros a tomar el control de sus vidas.

Detrás su físico espectacular, su melena rubia y esa cara de no haber roto un plato, se esconde una historia de una mujer incapaz de dar su brazo a torcer. Cuánto mayor es el reto, más empeño le pone a los entrenamientos, aunque el día en el trabajo haya sido durísimo. Tanto sudor, tanto sofoco y tanto esfuerzo solo tiene una recompensa: sentirse bien, por dentro y por fuera. Por eso, recomienda la actividad física, independientemente de su dureza. «El deporte es sanador. Te ayuda a la centrarte en el objetivo y te aporta numerosos beneficios, además de salud», apostilla.

Elena ya se prepara para su próxima cita. Será el Málaga Throwdown 2025, que se celebrará del 21 al 23 de noviembre, con la presencia de atletas de 48 países. Para ella, el éxito no está en ganar sino en competir con dignidad y, sobre todo, pasárselo bien, además de intercambiar experiencias y motivaciones con otros deportistas.

Para llegar en la mejor forma posible, realiza ejercicios de alta intensidad que combinan levantamiento de pesas, movimientos gimnásticos y actividades cardiovasculares.

Elena afronta este y otros torneos como mujer y como madre. Y es que no compite solo por ella. Su gran motivación es inspirar a sus hijas y demostrarles, a través de su propio esfuerzo, que la determinación es una forma de amor propio, clave para alcanzar cualquier meta.

Fotos: Cedidas

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