Expertos en balística barajan que la muerte del policía ocurrida en Andújar (Jaén), en un suceso en el que también murió un hombre que agredió a los agentes, habría sido por un disparo fortuito de su compañero durante el forcejeo de éste sobre su agresor, armado con un cuchillo y un martillo.
Peritos criminalistas especialistas en balística de la Policía Nacional han examinado la calle de Andújar donde el domingo falleció el agente, que se dirigía a ayudar a un compañero que estaba siendo agredido por un individuo que posteriormente murió al ser abatido por otros policías.
El policía habría intentado frenar al agresor disparándole en las piernas, pero el proyectil le atravesó la ingle y siguió su trayectoria hasta impactar fatalmente en el abdomen de su compañero, que se encontraba a una distancia de unos diez metros, como puede apreciarse en un vídeo grabado por los vecinos de la zona.
Los vecinos, testigos
Los vídeos grabados por vecinos y difundidos en las redes sociales muestran toda la secuencia de los hechos, desde el momento en que en torno a las diez de la mañana el agresor comienza a golpear en la puerta de un edificio de viviendas en la calle Las Monjas de Andújar por una disputa.
Al llegar un coche de Policía Nacional, uno de los agentes —el copiloto— sale del vehículo. El agresor se dirige hacia él y al ir corriendo hacia atrás se tropieza y cae al suelo mientras empuña en su mano derecha la defensa extensible y en la izquierda el arma reglamentaria que previamente había montado.
Es entonces cuando dispara el arma y la bala presuntamente alcanza a su compañero que iba en su auxilio.
Mientras, y según la secuencia grabada por testigos, el agente que disparó y que había caído al suelo, recibe una cuchillada en la espalda y un golpe con el martillo en la cabeza por parte del agresor.
Es socorrido por algunos vecinos y logra levantarse del suelo malherido mientras que el agresor es abatido.
En Marmolejo, de donde era natural el agente fallecido, se celebró una concentración vecinal en señal de duelo a las puertas del Ayuntamiento. En su pueblo era muy querido y conocido. Juan José Lara Egea, a sus 40 años de edad, era un miembro destacado de la chirigota del pueblo y también formaba parte de un club ciclista del municipio.
