En el convento de la Compañía Hermanas de la Cruz de Linares hay una misteriosa alegría, y eso a pesar de que sus moradoras, a ejemplo de Sor Ángela, viven una vida de cruz, de constante penitencia. Ubicado en la calle Conde de Romanones del Pilar, en pleno casco antiguo, se respira un ambiente de fraternidad hacia a los pobres, ancianos y enfermos.
Su labor social lleva vinculada a la ciudad minera desde su llegada allá por el año 1990. Pronto se hicieron con el cariño de los linarenses y, especialmente, de la Hermandad de la Columna y Amargura, de la que partió la propuesta de ponerle una calle a su fundadora. El Ayuntamiento ha cumplido ese requerimiento en el 176 aniversario del nacimiento de la religiosa.
El nombre de Santa Ángela de la Cruz luce junto con el de Cambroneras desde este domingo. En un acto sencillo, pero a la vez emotivo, el alcalde, Raúl Caro-Accino, y la madre superiora del convento, Noemí de la Cruz, descubrieron la placa con la nueva denominación. «El callejero de Linares inaugura una calle con su nombre para homenajear a la mujer, la santa y a su vez a las religiosas de esta orden en nuestra ciudad», destaca la concejal de Igualdad, Ángeles Isac.
Santa Ángela de la Cruz se suma al nomenclátor local junto con otras dos mujeres, Pepa ‘la del agua’ y Anita Molina, después de la aprobación en el pleno de esta iniciativa. «Con esta nueva denominación damos cumplimiento a la recomendación del Consejo Local de la Mujer para ir construyendo una ciudad más igualitaria y justa, que reconoce y realza la gran contribución de las mujeres a la sociedad», señala Isac.
Fotos: Ayuntamiento de Linares
