No se sabe a ciencia cierta por qué a Linares se le conoce como ‘el gachí’. Si nos atenemos al significado de la palabra en cuestión, según la Real Academia Española (RAE), dícese de una mujer especialmente si es joven y hermosa.
Sin embargo, más centrados en los local, al parecer, todo viene de mitad del siglo pasado con el auge los cines de verano. Cuando los jóvenes iban a ver las películas se referían al protagonista masculino como ‘el gachón’ y en el caso de la protagonista femenina como ‘la gachí’.
Sea como fuere, el vocablo es tan linarense como su dulce más típico, el chachepó, o el casco y el mono azul del minero, pero también es el color predilecto de las indumentarias de la mayoría de clubes deportivos.
Todo ello sumado da como resultado: Linagachi, la mascota diseñada por Antonio Momblant García para homenajear a la ciudad que lo vio nacer. Es su particular manera de valorar sus raíces y agradecer a sus padres los valores de «amor propio, esfuerzo y determinación» que le han inculcado desde pequeño.
Este joven licenciado en Ciencias Ambientales es una mente inquieta, cultivada e imaginativa. Empezó en revistas como ‘El Pasillo’ (de su instituto) y ‘Abokaos’ (de ámbito local) para, después, adentrarse en el mundo de la ilustración, creando logotipos para la Escuela Oficial de Idiomas Carlota Remfry o el Congreso Nacional de Ingeniería Mecánica en Jaén, entre otros trabajos.
Era cuestión de tiempo que de su cabeza saliera un personaje como Linagachi, que hace unos días se presentó ante los escolares del CEIP Colón, con bastante éxito, por cierto. Los niños y niñas se lo pasaron en grande conociendo más de cerca a una mascota que ha sado el salto al papel.
Y es que Antonio Momblant, un tipo de lo más bonachón y sencillo, ha plasmado en un libro infantil las aventuras de Linagachi desde un punto de vista ecológico y cultural, pues en la publicación, que se puede adquirir en Amazon, explora la fauna autóctona y rescata, en un segundo plano, factores de la historia linarense como el peón de ajedrez, la hoja de olivo y la garra del león de Cástulo.
Asimismo, habla de valores y principios que sirven de aprendizaje para los pequeños, entre los que se encuentran la paciencia, la perseverancia, el trabajo duro, la constancia, la valentía, el autocuidado, la amistad y la esperanza. Eso si, bajo un «sentimiento patriótico», como no podía ser de otra manera.
Si quieren contactar con el autor pueden hacerlo en Instagram: @amomblant o mediante el correo electrónico: amomblant@gmail.com
Fotos: CEIP Colón y cedidas
Cuando yo era joven, ahora en julio haré 71 años y hibamos a los pueblos cercanos de Linares, finales de los años 60, cantabamos una canción que decía así.
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Gachi, Gachi, Gachi, los de Linares estamos aquí, muchos linarenses se pusieron novios y se casaron con chicas de Bailen, La Carolina, Ibros, etc.