La Zona de Bajas Emisiones (ZBE) se ha convertido en un auténtico quebradero de cabeza para el equipo de Gobierno, aun sin estar funcionamiento realmente. Esta normativa, que viene de Europa, genera dudas tanto a los linarenses como a quienes viven fuera de la ciudad y quieren circular con su vehículo por ella.
A pesar de los esfuerzos del Ayuntamiento por explicar los pasos hacia la aplicación definitiva, lo único que ha traído hasta ahora son problemas e irritación, principalmente en los comerciantes. Para tratar de calmar los ánimos, la alcaldesa, Auxi del Olmo, junto con parte de su equipo y Policía Local, se ha reunido con representantes del sector para conocer de primera mano sus demandas.
También les ha trasladado la intención de su Administración de implementar las acciones de información. Así, les ha explicado las modificaciones en cuanto al acceso y la restricción de vehículos en dicha área, además de las actuaciones a implementar en próximas fechas.
En esta reunión se ha dado respuesta a las dudas planteadas por los comerciantes en relación con la circulación de vehículos tanto en la ZBE como en la zona semipeatonal de acceso restringido (confluencia de las calles Corredera San Marcos, Isaac Peral y Riscos) y otras áreas comerciales.
Asimismo, se indicado que la ciudad tiene habilitados sus diferentes parking y que se establecerán aparcamientos disuasorios, entre otras medidas, con el propósito de facilitar el estacionamiento a personas que vengan de fuera a realizar sus compras en el comercio local.
De igual modo, se ha ofrecido información sobre los próximos cambios que se prevén en materia de tráfico, así como la puesta en funcionamiento del Consejo Local de Tráfico y Movilidad de Linares, tal y como avanza el Consistorio linarense en una nota.