Rampa ha supuesto para Linares un soplo de aire fresco entre tanta zozobra general. Es un oasis cultural en mayúsculas, del que pocas ciudades medias pueden presumir. La nave que alberga este espacio en la Camino de Úbeda se ha convertido en refugio de creativos, músicos, actores, pintores… En definitiva del ambiente artístico de un lugar underground local y nacional.
Prueba de ello fue la inauguración este fin de semana de ‘El último grito en Madrid‘, una exposición en la que Miguel Ángel Belinchón, Belin, explota su libertada creativa, con trazo enérgico y sincero. La colección fue respaldada por numeroso público llegado desde distintos puntos de la comunidad autónoma y del resto del Estado.
Y es que Rampa, apoyada en el ingenio del artista urbano y de Ana Karina Cruz, ha sabido hacerse con un equipo de trabajo multidisciplinar que ha dotado a Linares de un centro cultural de primer nivel inimaginable.
El carácter reivindicativo del arte urbano en Rampa es más que evidente, pero también lo es su programación en la que apuesta por artistas consagrados y por jóvenes promesas a través de un proyecto integrado en la arquitectura del edificio en el que se ubica.
‘El último grito en Madrid’ puede verse hasta el próximo hasta el 7 de mayo los martes y los jueves, por la tarde, y los sábados de 10:30 a 13:00 horas.
Fotos: Rampa