Enrique Contreras era natural de Linares. Trabajaba en la fábrica Industrias Beroa y vivía con su esposa y dos hijos en Aretxabaleta (Gipuzkoa). Con la llegada de las tropas sublevadas, como otras muchas familias guipuzcoanas, se vio obligado a salir de la localidad y buscar refugio en Bilbao.
Durante la Guerra Civil, combatió en la quinta Compañía del Batallón de Ingenieros número 2, ‘Sarasketa’, adscrita a EAJ-PNV, y falleció con 41 años en el municipio vizcaíno de Dima, el 6 de abril de 1937, tal y como consta en el Registro de Fallecidos en Campaña, conservado en el Archivo Histórico Provincial de Vizcaya.
Sus restos fueron localizados e identificados genéticamente por el Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos, Gogora, en la segunda campaña de excavación y exhumación llevada a cabo en el cementerio de Amorebieta-Etxano en marzo de 2024
La identificación genética ha sido posible gracias a una primera muestra donada al banco de ADN por su hija, ya fallecida, en 2018, y una segunda de este mismo año de su hijo, según informa en una nota la Consejería de Justicia y Derechos Humanos del Gobierno vasco.
La entrega de los restos de Enrique Contreras a su familia se realizará en el Ayuntamiento de Aretxabaleta, en un acto de carácter familia. Estos se encontraban junto con los 86 personas más en una sola fosa del camposanto de Amorabieta en la que ha trabajado la Sociedad Científica Aranzadi.
