Desde este miércoles, Linares es una ciudad con calles vivas que privilegian el paseo del peatón. La Zona de Bajas Emisiones (ZBE) ha rescatado vías en las que los automóviles habían ganado la batalla al disfrute de los viandantes. Se trata de una suma de proyectos que busca recuperar el casco urbano como espacio público reduciendo al mínimo la presencia de los coches. La idea no es otra que conseguir calles para quedarse en la calle.
Así lo ha trasladado la alcaldesa, Auxi del Olmo, en la inauguración de la primera fase de la ZBE que ha supuesto la transformación de la calle Isaac Peral y su confluencia con la Corredera San Marcos, concretamente, en el tramo comprendido entre las calles Argüelles y La Virgen. “Damos mayor importancia a los peatones” con el objetivo de hacer de Linares “una ciudad más amable, cosmopolita y moderna”, ha subrayado la regidora tras cortar la tradicional cinta.
Acompañada por concejales de su equipo de Gobierno, técnicos municipales y responsables de acometer esta primera intervención, Del Olmo ha recordado que se ha sustituido de todo el pavimento y el mobiliario urbano, así como de las farolas. Además, se han ensanchado los acerados para hacer de esta área un punto más accesible para los viandantes, de tal manera que se limite y reduzca la circulación de vehículos.
Por su parte, el concejal de Urbanismo ha destacado el “cambio drástico” que se le ha dado a este céntrico punto del casco urbano linarense, permitiendo así “conectar dos zonas peatonales como son la calle Nueva y la zona baja de la calle La Virgen”.
“Para que los vecinos puedan disfrutar paseando durante estas fiestas navideñas, esta zona va a estar totalmente cortada al tráfico y después ya sopesaremos si seguirá igual o no”, ha apuntado el edil, quien ha señalado que las obras comenzaron a mediados del pasado mes de septiembre y han finalizado dentro del plazo previsto.
Asimismo, Antonio Garrido De Toro ha recordado que la implantación de la Zona de Bajas Emisiones es obligatoria para las ciudades mayores de 50.000 habitantes, con el propósito de reducir la circulación de vehículos y así poder mejorar la calidad del aire.
En esa línea, el concejal de Urbanismo ha detallado que esta primera actuación urbanística ha sido posible gracias a la subvención que solicitó el Ayuntamiento de Linares, en el año 2021, al Ministerio de Transportes, y que fue concedida en mayo de 2022.
“El coste de esta actuación ha sido de unos 485.000 euros, subvencionados al 75% por la Unión Europea a través del Ministerio de Transportes, mientras que el 25% restante, unos 125.000 euros, han sido a través del Ayuntamiento. Además, destacar que los técnicos de Urbanismo han coordinado los trabajos con las empresas encargadas de la obra”, ha explicado el edil.
Fotos: Ayuntamiento de Linares
Ahora los que tenemos y necesitamos el coche para desplazarnos no los comemos con patatas, la parada de los taxis los mandamos a la avenida y los autobuses circularán por el cinturón sus, muchas gracias
Agenda 2030 jajaj