El arte de Lucía Martínez Moreno habla mediante sus obras. Creaciones personales que reflejan su manera de ver la vida, a veces desaliñada, otras anárquica, también reflexiva, pero, por encima de todo, libre.
Empresaria de 41 años, es una pintora emergente que rechaza la autocomplacencia. Modestia aparte, se siente incómoda al hablar de su talento, aunque lo tenga a raudales. Basta con ver su estudio o visionar algunas de sus exposiciones.
El furor con el que pinta le viene dado de cierta ansiedad por desprenderse de lo que tiene en la cabeza y que se va desvaneciendo conforme acaba el trabajo. En ese momento, siente «liberación». «Va llegando la paz y el orgullo», relata a este periódico.
De mirada serena, Lucía Martínez bebe de distintas fuentes. Encuentra inspiración en los movimientos que coparon el arte de finales del siglo XIX y todo el XX, como el art nouveau, arts and crafts, art decó y, principalmente, los relativos al ‘ismo‘.
Su principal referencia la tiene muy cerca, en la propia familia, su hermano Luis. «Me fascina ver la facilidad con la que puede plasmar en segundos cualquier cosa que se te pase por la cabeza y bien acabado», detalla, antes de admitir sin pestañear: «Siempre ‘he envidiado’ su gracia. Supongo que de alguna manera me incitaría a la práctica (aunque no hay parecido) el quererme parecerme a él», remata.
Los cuadros de Lucía Martínez se han podido ver en distintas exposiciones, en el Centro de Arte Joven Rey Chico de Granada, en la sede central de Fundación Caja Rioja de Logroño, en Segovia, Valencia, Albacete, Sevilla, Madrid, Linares y un puñado más de ciudades de la península.
Le fascina la belleza, en el concepto más amplio de la palabra. La busca y la explora a través del trashart. Una corriente que desafía las normas al utilizar objetos y materiales considerados como basura o residuos para crear obras de arte con un nuevo significado e interpretación.
Trovadora y culillo de mal asiento, no racanea munición a la hora de plasmar sus pensamientos desde un espíritu crítico, al tiempo que apasionado.
Es graduada en Historia del Arte y lidera el Grupo Arts&Crafts dedicado al interiorismo, además de trabajar en el negocio familiar de Distribuidora Hermanos Martínez Rodríguez, que condujo su padre, Miguel, hombre de sobra conocido en la ciudad por ser uno de los impulsores de la Asociación de Comerciantes e Industriales (ACIL) y del Centro Comercial Abierto.
