Juan Antonio Milla es consciente de lo mucho que se juega el domingo, a las doce del mediodía, contra el Orihuela. Un nuevo tropiezo dejaría al técnico granadino en una posición muy complicada y con el crédito casi agotado. Reconoce que el partido ante el conjunto alicantino «no es uno más», porque, desde su punto de vista, el equipo debe «dar un paso al frente para cambiar cuanto antes la dinámica negativa» que arrastra desde hace seis jornadas.
El preparador del Linares no quiere hablar de crisis, sino de mal momento que es necesario revertir cuanto antes. El problema es que recibe en Linarejos a uno de los colectivos más en forma del Grupo IV de Segunda Federación, que dibuja una trayectoria ascendente después de un mal arranque.
En este punto, reconoce que será un encuentro «complicado». «Están inmersos en una racha positiva. Es un equipo que está muy armado con jugadores que aportan mucho a nivel ofensivo que ganan bastante bien los espacios».
Otro hándicap para José Antonio Milla es la enfermería. Esta jornada no podrá contar con Isra García, lesionado en el duelo ante el Cádiz Mirandilla, ni con Hugo Díaz y Müller. Posiblemente también se pierda el choque Lado. Pese a ello, el entrenador granadino no pone excusas e insiste en la importancia de sumar los tres puntos en Linarejos.
Milla lanza un mensaje a la afición para que apoyo a los jugadores y guarde cualquier tipo de crítica para el pitido final, puesto que, en su opinión, el plantel necesita verse arropado por la grada.