No todos los días puede presumir uno de correr entre ruinas milenarias. Eso solo es posible en muy pocos lugares del mundo, entre los que se encuentra Linares y el Cross de Cástulo que este año se disputará el 21 de mayo en el marco de la programación de las Fiestas Íbero Romanas.
El Museo Arqueológico ha acogido este jueves su presentación, con la presencia del delegado territorial de Turismo, Cultura y Deporte, José Ayala; la concejal de Cultura, Sheila Carmona, y Víctor Zafra, uno de los impulsores de esta carrera que se correrá sobre una distancia de ocho kilómetros.
José Ayala ha explicado que el itinerario que seguirán los participantes “permitirá que disfruten de perspectivas inéditas del yacimiento arqueológico, alejados de los lugares que habitualmente están abiertos al público, al tiempo que les hará descubrir la vasta superficie que tuvo esta antigua ciudad, uno de los mayores asentamientos amurallados de la península”. Así, el delegado ha destacado “el valor añadido que fortalece esta prueba deportiva, con un marcado acento histórico y cultural”.
La mayor parte del Cross de Cástulo, que celebra su quinta edición, discurrirá por el interior de la ciudad amurallada, cruzando los distintos sectores, desde la acrópolis occidental al cerro de La Muela, así como desde las alturas de las mesetas al centro urbano y la ciudad baja.
La ciudad ibero-romana de Cástulo, emplazada en la margen derecha del río Guadalimar, en Linares, constituye uno de los centros capitales del mediodía peninsular durante la antigüedad, tanto por la extensión de su recinto amurallado, de 50 hectáreas, como por su posición estratégica en la cabecera del valle del Guadalquivir. La ciudad destacaba como nudo principal en las vías de comunicación de la época y, a lo largo de su historia, supuso un acceso privilegiado a los recursos mineros de Sierra Morena.