Muerte y soledad en la calle Velarde

Hallan el cadáver de un vecino de 58 años en el interior de su casa, de la que no salía desde hace más de un mes

Por:Javier Esturillo
Puerta precintada del piso en el que residía el vecino fallecido en la calle Velarde.

Desde que José regresó del hospital a mediados del mes de enero, pocos vecinos lo volvieron a ver. Residía en el número 30 de la linarense calle Velarde. Esa ausencia comenzó alertar a los residentes del bloque que, este miércoles, llamaron a última hora de la tarde al 112 Andalucía para avisar de que el hombre llevaba más de un mes sin salir de su piso y, por eso, se temían lo peor, sobre todo por el fuerte olor a putrefacción.

Una dotación de bomberos, junto con la Policía Nacional, accedió al interior de la vivienda donde se encontraron el cuerpo sin vida de José, de 58 años de edad. Fuentes consultadas por este periódico desconocen exactamente la data del óbito, pero creen que podría ser un mes aproximadamente, tal y como temían sus vecinos.

Naturalmente, detrás de cualquiera de esas muertes habrá una peripecia personal, habrá familias rotas o extinguidas, decisiones privadas, casualidades, yerros y toda esa serie de circunstancias que tejen las vidas de cualquiera. «Pero también hay una sociedad que parece haberse volcado en la conquista de los ciudadanos útiles, mientras que olvida o aparta a los mayores, a los que ya no son considerados útiles», añade otro inquilino.

Bomberos acceden a la vivienda del fallecido.

En los cuarenta años que lleva como bombero, Jesús Padilla ha visto de todo. Pero lo que se está encontrando en los últimos tiempos le ha impresionado. Por la frecuencia. Por el sufrimiento que a veces se esconde detrás de una puerta que no se abre. «Por desgracia este tipo de muertes comienzan a ser demasiado frecuentes entre personas mayores, al igual que los accesos a viviendas para atender caídas o a personas que, por cualquier motivo, no pueden levantarse de la cama», advierte el jefe del Parque de Bomberos de Linares.

José era natural de Vélez-Málaga. Llegó a la calle Velarde en 2015 y no se dedicaba a nada. «Era una persona muy educada», añade un conocido del hombre a El Nuevo Observador. Según informan fuentes de la investigación a este medio, el cuerpo no presentaba signos de violencia y todo apunta a que la víctima falleció por causas naturales hace varios días.

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