A Óscar Fernández se le ve cada día más contento en Linares. Sus ruedas de prensa desprenden optimismo, a pesar de que el equipo ha comenzado algo dubitativo el curso. Esto se debe, en buena lógica, a la que la plantilla es prácticamente nueva y a que un buen número de sus componentes han llegado a última hora. Pese a ello, cree que están en disposición de «construir algo chulo».
El choque de este sábado (20:30 horas) en el Municipal de Linarejos frente al Real Madrid Castilla será una buena piedra de toque para calibrar la progresión del colectivo y darle significado a las palabras del técnico valenciano. Respecto a su rival, Óscar Fernández reconoció en la rueda de prensa previa a la tercera jornada de Liga que está plagado de talento, sobre todo medio del campo para arriba, pero que, al igual que el Linares, se encuentra en pleno proceso de adaptación.
Quizá este último aspecto sea el principal aval del cuadro azulillo para meterle mano a los jóvenes jugadores de la cantera blanca. Para ello, es primordial que la defensa muestre la misma solidez que el pasado sábado frente al Recreativo de Granada y que los atacantes vean puerta.
El trabajo de Óscar Fernández de los últimos días se ha centrado, además de cuestiones tácticos, en conseguir que las piezas del plantel encajen y se compenetren en el terreno de juego. «Tenemos que ir conociéndonos todos». En este sentido, el equipo está, a su juicio, en predisposición de «darle una alegría a la afición».
Por último, reconoció que baraja un posible once, si bien esperará hasta el último entrenamiento de la semana para decidir la alineación que se jugará los puntos frente al equipo de Raúl González Blanco, quien podría acabar en el banquillo del Villarreal.
