El fútbol es una actividad incalculable en la que la imaginación justifica resultados. No hay modo de explicarlo con objetividad. Los goles dependen del certero remate de cabeza o el toque intuitivo en la línea de meta, pero también de supersticiones, azares, leyendas e incluso mística.
Escribir de fútbol deriva en una experiencia de vida. No importa desde que perspectiva se haga, en la grada, en el palco, en el banquillo, dentro del terreno de juego… Alfonso López Simarro (Burguillos del Cerro, Badajoz, 1958) es quizá uno de los entrenadores más reconocidos del fútbol jiennense, del fútbol modesto, del desconocido para el gran público.
La UD Cazorla, el Jódar Al-Ándalus, el CD Vilches, el CD Navas, el Villacarillo, el Baeza o el Linares han sido algunos de los equipos en la que ha ejercido como técnico, casi siempre con éxitos deportivos, aunque también con sinsabores.
En su largo caminar por los campos de la provincia ha acumulado todo tipo de vivencias y experiencias que ahora condensa con «regocijo y cierta nostalgia» en ‘Momentos de una vida’, de la editorial Círculo Rojo.
«Lo que más destaco de mi libro es la simplicidad de lo que describo en él. La historia de un entrenador modesto, pero que ha vivido muchos momentos de felicidad debido a este deporte«, explica en una nota.
Según el sello de autoedición, el lector «va a encontrar la vida de un amante del fútbol que ejerció durante gran parte de su vida la labor de entrenador y que debido a ser diagnosticado con Parkinson, tuvo que abandonarla». «Por mi enfermedad tuve que tomar la decisión de abandonar la tarea de entrenador de fútbol, lo que me inspiró a dejar mis vivencias por escrito«, añade el autor.
López Simarro, explica que el libro trata sobre su experiencia como entrenador en el mundo del fútbol, de modo que la publicación recoge anécdotas, triunfos, momentos de alegrías, pero también derrotas y momentos de tristeza, en los que hubo de que tomar decisiones. «Nunca sabré si fueron acertadas o no», apostilla.
Hacia el final del libro el autor explica su entrada en el mundo de los bomberos; al que permaneció ligado 30 años en el parque de Linares. «Además, hablo sobre un accidente que estuvo a punto de costarme la vida y también hago un pequeño relato sobre la enfermedad que me diagnosticaron en 2012, Parkinson«, ha añadido.
Alfonso López Simarro estudió Magisterio y con 23 años se hizo bombero. Al tiempo que trabajaba obtuvo los diferentes títulos de entrenador de fútbol, hasta llegar al máximo nivel, el nivel tres o título nacional, que le posibilita entrenar a cualquier equipo en cualquier categoría.
