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Pilar Adán: una carrera de fondo por la vida

La atleta del CA Juventud Linares es un ejemplo de superación y de amor al atletismo. Ha vuelto a competir tras padecer un cáncer

Por:Javier Esturillo
Pilar Adán durante una prueba del Circuito Provincial de Campo a Través.

Pilar Adán Adán se aficionó al mundo de las carreras con 42 años. La afición le llegó a través de sus dos hijos. Se apuntaron al CA Juventud Linares y ella decidió seguir sus pasos.

En 2019, se notó un bulto en el cuello que trajo los peores presagios. La biopsia diagnosticó que padecía un cáncer de laringe. Se llevó uno de los mayores palos de su vida. No solo por la enfermedad en sí, sino porque le obligaba a colgar las zapatillas durante un tiempo.

Maestra jubilada de Educación Física del colegio Virgen de Linarejos, Pilar Adán se puso en manos de los médicos y de un tratamiento que la dejó agotada. Debido al tumor perdió las cuerdas vocales, pero, a pesar de la gravedad, nunca dejó de soñar con correr de nuevo.

En su marido y sus dos hijos encontró su principal soporte y, también, en el doctor José Gutiérrez Jodas, jefe del servicio de Otorrinolaringología de la Clínica Quirón de Córdoba, que reconstruyó su garganta y la dejó preparada para regresar a las carreras.

Pilar Adán en el podio del Cross Ciudad de Jaén.

Tras un año de convalecencia, en plena pandemia, además, la veterana deportista pasó de caminar a trotar y, después, a lanzarse de cabeza a la competición. Por su condición física, se inscribió en la categoría discapacitada del Circuito Provincial de Campo a Través, en el que en esta edición ha sido tercera de la general.

Pilar comenzó el calendario con un cuarto puesto en el Cross del Lechón de Vilches y, a partir de ahí, no se bajó del podio, con tres platas (Alcaudete, Pozo Alcón y Jaén) y dos bronces (Torredonjimeno y La Garza). En todas las pruebas le acompaña su esposo Carlos, su mayor admirador. «Me siento tremendamente orgullo de ella. Es una luchadora nata», señala a este periódico.

Hay deportistas que se caracterizan por un rasgo en particular. La forma de moverse, alguna manía antes de entrar en juego o alguna prenda de vestir que se convierte en fetiche, como unas zapatillas o una cinta del pelo. Sin embargo, el rasgo que caracteriza a la corredora linarense es uno que la acompaña desde que era joven, no darse por vencida nunca. Su mejor terapia durante este tiempo ha sido seguir corriendo. Su historia de superación es todo un ejemplo para el resto.

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