«Miércoles de novedades». Así han avanzado desde Conjunto Arqueológico de Cástulo la aparición de «una pequeña lucerna con un motivo» en el área delimitada dentro del campo de trabajo que se desarrolla este verano y que tiene como objetivo «desenterrar» el pasado judío del yacimiento.
Bajo el título «Cástulo, Sefarad: Primera Luz», el pasado 19 de julio empezó una campaña de excavaciones en la que trabajan quince profesionales y cuarenta voluntarios. La iniciativa, que está incluida en los proyectos de la Inversión Territorial Integrada (ITI), sigue la senda de los restos de una lucerna de cerámica con el símbolo de «La Menorá», uno de los elementos rituales más importantes del judaísmo encontrada en este sitio.
Este nuevo hallazgo fue descubierto en uno de los sondeos en los que se trabaja. Ahora, está en manos de la restauradora con el fin de arrojar «más luz» sobre este objeto.
La idea que defiende el equipo de Marcelo Castro, director del conjunto arqueológico, es que en Cástulo pudo haber una sinagoga que se fecharía entre finales del siglo IV y principios del siglo V después de Cristo. Este hecho colocaría a Linares como una de las ciudades que fueron habitadas por comunidades judías mil años antes de su expulsión.
De ser así, Cástulo daría un nuevo impulso a su poder de atracción, puesto, como ocurre con Córdoba o Toledo, a traería seguidores de la ley de Moisés repartidos por todo el mundo. En otras palabras, conectaría con su pasado judío.