El Linares afronta, a partir de las doce del mediodía, un examen de altura ante el Almería B no solo porque está en juego la primera plaza del Grupo IV de Segunda Federación, sino porque necesita despejar dudas en su fútbol, que, hasta ahora, solo ha desplegado a ráfagas.
Le falta continuidad y este domingo tiene una buena oportunidad frente a un rival más directo y menos empalagoso en las marcas. Al sistema defensivo del Linares le espera un test verdaderamente exigente en el que no tendrá demasiado respiro para frenar la rapidez de los jóvenes atacantes del filial almeriense. Una de sus mayores virtudes radica en el centro-remate y en los disparos desde la frontal.
Frente a esta propuesta, Juan Antonio Milla quiere responderle con posesión de balón para impedir que los locales impongan su fútbol. Por eso, el dominio territorial va a ser importante en este partido. En principio, el entrenador granadino tiene a todos sus hombres disponibles, salvo Rubén del Valle, que ha estado con molestias durante toda la semana. Ahora toca «elegir bien», como no se cansa de repetir Juan Antonio Milla en cada rueda de prensa.
Por su parte, el conjunto dirigido por Alberto Lasarte, quien cumple su segunda temporada al frente del filial, está en su mejor momento y llega a la cita en lo más alto de la tabla después de asaltar el liderato la pasada jornada con su victoria frente al Villanovense y aún no conocen la derrota en este inicio de curso.
El técnico del conjunto rojiblanco parte con la de duda de si podrá contar con el guardameta Bruno Iribarne, que viene ejercitándose a las órdenes de Rubi y que ya la pasada jornada entró en la convocatoria del encuentro frente al Castellón. como también hicieran Valen y Rachad, partiendo incluso como titular el delantero hispanomarroquí. Mientras, podría perder a una de sus principales piezas como es el central Paco Sanz, que, a lo largo de la semana, se ha venido entrenando con el primer plantel.