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«Quiero un Campus cercano a Linares con nuevas titulaciones y mil estudiantes más»

El Nuevo Observador entrevista a Nicolás Ruiz, candidato a rector de la Universidad de Jaén, clave en la transformación de la Escuela Politécnica Superior

Por:Javier Esturillo
Nicolás Ruiz, catedrático de la Escuela Politécnica Superior y candidato a rector de la Universidad de Jaén.

Nicolás Ruiz Reyes (Linares, 1967) se recuesta en un banco situado en uno de los espacios abiertos del Campus Científico Tecnológico de su ciudad natal. Acaba de salir de una reunión de trabajo con su equipo y dispone de solo unos minutos antes de empezar otra.

Ni su informalidad (chaqueta gris, camisa blanca y vaqueros) ni su bonhomía delatan a este investigador, catedrático y doctor en Telecomunicación que aspira a gobernar la Universidad de Jaén. Su aspecto remite más bien a un tipo sencillo, casi más literato que hombre de ciencias.

Se levanta a saludar, dejando a sus espaldas la Escuela Politécnica Superior (EPS), donde transcurre buena parte de su vida personal y profesional. «Paso más tiempo aquí que en mi casa», suspira mientras toma un sorbo de agua.

Gracias a este científico y a un puñado de investigadores sobresalientes, la visibilidad y el impacto de la EPS está por encima de muchos centros con más medios y recursos. Habla de conocimiento, de transformación digital, de sociedad, de gestión y de un nuevo modelo de Universidad más pegado a la calle, a la tierra, cercano a los jiennenses.

Pocas tareas hay tan fáciles y cómodas como entrevistar a Nicolás Ruiz, un linarense criado entre la calle Santa Engracia y la Plaza de Santa Margarita. Se puede comenzar hablando de cualquier asunto, que el profesor va a seguirte la corriente y te va a contar una anécdota divertida que enriquecerá el tema y que con seguridad dará pie para seguir charlando de otras cosas, aunque, en esta ocasión, nos hemos centrado más en su carrera hacia el Rectorado.

¿Qué representa la Escuela Politécnica Superior de Linares para usted?

—Representa muchísimo, porque, académicamente, toda mi trayectoria la he desarrollado en la Escuela. Me incorporé hace 30 años y desde que empecé he ocupado cargos de responsabilidad. Me he dedicado en cuerpo y alma a la actividad docente e investigadora tratando de poner en marcha lo que ahora son los estudios de Telecomunicación. Fui el primer catedrático de esta rama y una de mis grandes satisfacciones es poder haber hecho Escuela, con gente que, hoy en día, forman parte de mi equipo. Me siento orgulloso de contribuir, cada día, en el crecimiento de este centro.

¿Y cómo se hace Campus?

—Ahora estamos en unas infraestructuras diferentes que nos permiten crecer a nivel docente y también a nivel de investigación y de transferencia del conocimiento. Eso no lo podíamos hacer en las antiguas instalaciones. Aquí disponemos de unos medios que nos permiten hacer trabajos para empresas, establecer conexiones con el sector productivo e, incluso, crear empresas de base tecnológica, por lo que ya estamos haciendo Campus, porque, además de generar conocimiento y de formar buenos profesionales, también tenemos la oportunidad de crear riqueza y empleo para la ciudad. En un contexto de Escuela era mucho más complicado. Formábamos buenos profesionales, pero no podíamos abarcar muchos más campos como ahora.

El Campus de Linares es la envidia de cualquier ciudad medida. Sin embargo, algunas veces, desde fuera, se ve como el hermano menor de Las Lagunillas.

—No lo veo como usted. El Campus Científico Tecnológico de Linares era una necesidad y una demanda histórica de la propia sociedad linarense, ya que, de lo contrario, los estudios universitarios en esta ciudad estaban abocados a la desaparición. Básicamente porque la Universidad evoluciona a la velocidad vertiginosa, las exigencias son cada vez mayores y nosotros teníamos que adaptarnos al espacio europeo de estudios superiores.

En las instalaciones en las que estábamos eso no era factible y, por eso, se luchó tanto para que se construyera este Campus, que es fruto del empeño de la comunidad universitaria linarense y de su propia sociedad. La presión ciudadana fue clave para que este proyecto fuese una realidad.

A día de hoy, gozamos de unas magníficas instalaciones y todo está más que superado. Y está más que asumido que la Universidad de Jaén está estructurada en dos campus. Uno de mayores dimensiones y con más estudiantes y profesores, que es el de Las Lagunillas, y en el que estamos, no menos importante, más orientado a la Ingeniería. Desde Jaén se ve todo con mucha normalidad. No existe problema alguno en la convivencia de ambos campus.

Una de las mayores demandas de la sociedad linarense, una vez construido el Campus, es incrementar el número de titulaciones para que esta infraestructura tenga más vida. ¿Cuál es su opinión al respecto como candidato?

—Veo de forma nítida que debemos aprovechar los tiempos que vienen, que son de cambio en los modelos de enseñanza y productivos. Ese espacio de cambio abre, al mismo tiempo, una ventana de oportunidades. Por este motivo, tenemos que concentrar nuestra mirada en las profesiones del futuro. Para eso, si soy el próximo rector, encargaré un estudio pormenorizado, para identificar hacia dónde debemos dirigirnos en un horizonte de 2030.

Esto nos permitirá crecer en cuanto a contenidos, con la incorporación de dos titulaciones de Grado potentes, con una alta demanda social y laboral, y que nos diferencien del resto de centros universitarios de Andalucía. Por esa vía, este Campus pasará de tener los poco menos de mil alumnos actuales a rondar los dos mil. Con estudiantes, además, con una nota de corte alta que nos van a venir de fuera de la provincia y que propiciarán que surjan nuevos estudios de posgrado y de doctorado, así como un revulsivo en el campo de la investigación y el conocimiento. Y, ojo, no solo para la Universidad, sino para la propia ciudad. Será un motor de transformación y desarrollo de Linares y de la comarca Norte.

Ese ecosistema existe, con Sicnova, Meltio, CAF… paradigmas del nuevo modelo productivo que toman como referencia el Campus.

—Así es, y debemos aprovecharnos de esas sinergias. De la mano de estas y otras muchas compañías podemos recuperar terreno con un enfoque distinto, en el que nos piden los nuevos tiempos. Las profesiones del futuro pasan por la digitalización, la transición ecológica y la logística y el transporte. No podemos olvidar de que somos la puerta de Andalucía. Sin olvidar la Ingeniería ligada a la salud. Le hablo de estudios como la Ingeniería Biomédica que sería contar en Linares con alumnos de nota de corte superior al 13.

Son potencialidades que debemos aprovechar conjuntamente con el sector metalmecánico. Tenemos oportunidades al alcance de nuestras manos en estudios relacionados con los ámbitos que le he mencionado anteriormente. Por eso, es necesario tener voluntad política. Mi deseo es llevarlo a cabo para reforzar el contenido de este Campus, reorientando las titulaciones con menos alumnos e incrementando el programa de estudios relacionadas con profesiones de altísima cualificación y con un enorme impacto por 2030.

¿Cuánto de política hay en la carrera hacia el Rectorado?

—Es distinta a la de los partidos, pero, obviamente, es política. En el momento en el que diseñas un programa de Gobierno y éste debe obtener el respaldo de la comunidad, hablamos de política, en otro ámbito. Mi objetivo, al igual que el del resto de candidatos, es convencer al conjunto de la Universidad de que mi proyecto es el más idóneo para gobernar y gestionar la institución.

Tengo claro que el elemento más transformador de la provincia es la Universidad y la persona que ostenta el cargo de rector es la que más incidencia debe tener para transformar el territorio. El rector es la persona que lidera la principal organización de trabajo relacionada con el conocimiento. Y éste lo es todo. De ahí, la trascendencia de la Escuela Politécnica Superior para Linares.

¿Con qué sensaciones afronta las elecciones?

—La ilusión mueve el mundo y, en este sentido, tengo más que nadie, porque, tan la EPS como la UJA son mi casa. Paso aquí más horas que en mi casa. Imagínese como están mi mujer y mis hijos -risas-. Por lo tanto, me tomo muy en serio todo lo relacionado con mi profesión y con la Universidad.

Además de ilusión, creo que tengo la experiencia, el conocimiento y el convencimiento para desarrollar un buen proyecto para el Campus de Linares y para la Universidad en su conjunto. Basado en una fuerte relación con el territorio.

En eso estamos de acuerdo. La Universidad necesita acercarse más a la sociedad y, en este caso, a Linares.

—Clarísimamente. Es uno de mis objetivos fundamentales. No es necesario, sino una obligación que la Universidad este pegada a la gente. Una de sus misiones es, precisamente, dar respuesta necesidades sociales, económicas, culturales de su territorio más allá de la formación. Que no le quepa duda de que lucharé para ello con el fin de generar el mayor impacto e incidencia de la Escuela en Linares.

En este punto le digo que si soy el futuro rector, la mayoría de las actividades universitarias se harán en el centro de la ciudad para que nuestros estudiantes dinamicen las calles, las plazas y nuestros lugares emblemáticos. Las personas que lleguen a Linares verán una verdadera ciudad universitaria, de ambiente estudiantil. La vida universitaria no solo será para los estudiantes, sino para todos los jóvenes de esta ciudad. La Universidad es un servicio público y como tal debe actuar con el resto de la sociedad, cediendo sus instalaciones y haciendo ciudad.

Hablemos del traslado del IES Santa Engracia y de los Juzgados a los antiguos edificios de Peritos.

—Está claro que esos dos edificios, que son propiedad de la Universidad, no pueden seguir cerrados. No es razonable cuando la ciudad tiene necesidades. Me sentaré con las autoridades correspondientes para hablar de la cesión de uso estos inmuebles. No hay problema alguno en ello.

Eso sí, pondré dos condiciones. La primera que la Universidad pueda realizar actividades en ambos edificios, porque muchas de las iniciativas que llevemos a cabo se desarrollarán allí. La segunda es reservar el derecho de contar con un espacio para la creación de una residencia de estudiantes. Es un proyecto que Linares necesita y demanda. Muchos de los estudiantes que podrían venir aquí no lo hace porque no contamos con esta dotación. Creo que sería un atractivo más para la EPS.

Vamos a tratar de acelerar todo el proceso para resolver el retraso que arrastra por una serie de problemas sobre la titularidad del Campus. Una vez solicitado, creo que todo irá más rápido para que pasen a manos de la ciudad.

¿Linares será decisiva en la elección del futuro rector?

—Nadie duda de que la comunidad universitaria de Linares es decisiva. Lo fue para que Manuel Parras Rosa fuera rector. El apoyo de Linares fue también determinante en la elección del actual rector, Juan Gómez. Por lo tanto, considero que será muy importante en estas elecciones. Ahora bien, solo con el apoyo de Linares no se puede llegar a ser rector, pero si su respaldo es muy difícil.

Fotos: Javier Esturillo

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