La Cabalgata de Reyes Magos de este nuevo año de Linares ha dado que hablar y mucho. En su conjunto, fue una de las mejores de los últimos tiempos, pero tuvo un protagonista que causó furor durante todo el recorrido. Ese no fue otro que el rey Melchor, que claramente se convirtió en el centro de atención con la buena vibra que desprendía desde su carroza.
No paró de moverse, de animar y de repartir ilusión a golpe de cadera. Tanto es así que su euforia contagió a niños y mayores. ¿O fue al contrario? «Más bien fue la gente la que me transmitió esa alegría y energía positiva. Fue fantástico», rememora el rey Melchor en declaraciones a este periódico.
Los vídeos del aclamado sabio se han hecho virales en redes sociales y han aparecido en más de una cadena de televisión. La sensacional sintonía que desplegó a lo largo del desfile ha sido muy comentada y ha recibido todo tipo de halagos.
Quién hay detrás de Melchor, el Rey Mago con más éxito de la Cabalgata de Linares de 2024. Se llama Sergio Cabrero Molina, tiene 35 años y trabaja en la Carnicería Rodri, que regenta su padre. Fue una de las majestades elegidas por sorteo. Después de catorce intentos, le tocó por fin cumplir un sueño.
Y lo compartió con su compañero de curro, Antonio Culebra, con el que había llegado al acuerdo de que si le tocaba a uno de los dos, el otro tenía que hacer de paje, como así ocurrió. A la fiesta de su carroza se sumó Nico Blanca, también paje que, por instantes, se le veía tan sorprendido como el público.
Pero una vez desatados, los tres se dejaron llevar por la música y la animación de los beduinos y la empresa Diver Par. «Fue impresionante. Era una maravilla ver a los niños bailar con nosotros», apostilla.
Sergio Cabrero no olvidará jamás el 5 de enero de 2024. No solo por lo vivido durante el cortejo, sino por las momentos entrañables que dejaron sus visitas a las residencias de mayores, a colectivos, a vecinos y, sobre todo, a la Unidad de Neonatología del Hospital San Agustín. Ahí, las emociones se desbordaron para el rey Melchor. De la misma manera que cuando, acompañado por Gaspar y Baltasar, se acercó a su casa para darle un beso a su pequeña Alejandra, de solo 13 meses.
Junto con su nacimiento y su boda, encarnar a su majestad Melchor «ha sido de las experiencias más bonitas que he vivido» hasta ahora. Sergio Cabrero se siente enormemente agradecido por las muestras de cariño que está recibiendo y por haber hecho felices a los linarenses. «Esta ciudad es maravillosa y necesita alegrías. Solo he tratado de aportar mi granito de arena para que así sea», afirma.
Dice que los Reyes se han portado muy bien con él, que le han traído las zapatillas que deseaba y que, por fortuna, no ha habido carbón este año en su casa.
No duda en dar las gracias a sus homólogos Gaspar y Baltasar, a la concejal de Festejos, Susana Ferrer, y a los técnicos del área, Juampe y Paloma; sin olvidar al chófer de su carruaje, Sergio Carriquí. «Y, por supuesto, a todos mis paisanos a los que les deseo un año lleno de felicidad y buenas noticias», remata Sergio Cabrero, un tipo de lo más sencillo y humilde.
