Si algo ha caracterizado la carrera profesional de Reyes Estévez (Cornellá, Barcelona, 1976) ha sido su espíritu combativo. Para que hincara la rodilla, mal tenía que estar la cosa o toparse de frente con su gran pesadilla, Hicham El Guerrouj, considerado por muchos como el mejor mediofondista de todos los tiempos. El marroquí privó al catalán de un palmarés aún más brillante.
Con todo, Estévez, que el domingo estará en la salida de la primera Carrera de la Fundación José Luis Martín López, puede presumir de éxitos que lo consagraron en el 1.500 español, como sus dos bronces en los Mundiales de Atenas (1997) y Sevilla (1999), una plata en el Mundial en Pista Cubierta de Lisboa (2001), un oro y una plata en los Europeos de Budapest (1998) y Munich (2002) y sus otros bronces en los Europeos en pista cubierta de Madrid (2005), en 1.500 y 3.000 metros.
El de Cornellá de Llobregat es puro talento. A los nueve años, cuando empezó a correr, ya ganaba. A los 20 años, cuando llegó a la élite, siguió ganando. Y ahora a punto de alcanzar los 50, cuando ya es sólo otro popular, todavía gana. Una mentalidad que se define con la famosa frase de Luis Aragonés: «Ganar, ganar y volver a ganar». Por lo tanto, Reyes Estévez no viene a Linares de paseo, sino a competir y a ganar.

Es su primera visita a la ciudad, aunque ha corrido en la provincia, en Andújar y en Jaén capital. Por eso le hace especial ilusión conocer el municipio minero, máxima en una cita solidaria en la que compartirá zancadas con Martín Fiz, Abel Antón, Jesús España y Fermín Cacho, con el que protagonizó duelos inolvidables del atletismo patrio. «Será un reencuentro muy especial y emotivo», declara Estévez a El Nuevo Observador.
Su estilo combativo, su potente final de carrera y su carisma le convirtieron en uno de los atletas más seguidos y admirados del panorama español. Hasta tal punto de que su presencia en cualquier prueba es motivo de interés para los zagales de cada pueblo y ciudad que visita, a pesar de que muchos de ellos nunca lo vieron correr en un Mundial o en un Europeo.
De su etapa en la élite, «no echa nada en falta», aunque recuerda los mano a mano con El Guerrouj. «No había táctica», asegura, eran a cara de perro, «siempre a ritmo de récord», insiste. Tras retirarse del atletismo profesional, Reyes Estévez ha mantenido una vida activa vinculada al deporte, participando en diversas carreras populares y eventos de running por toda España. En 2024 anunció oficialmente su salto al triatlón, una disciplina que, según él mismo ha reconocido, “le llamaba la atención desde hace tiempo”. Y este 2025, Reyes Estévez ha consolidado su presencia en el mundo del triatlón y las pruebas combinadas.

El atletismo le ha aportado valores como «la constancia, la superación y la disciplina, pero, sobre todo, formación y vivencias compartidas en los cuarenta años que llevo corriendo». Intenta entrenar todos los días, porque es un hábito para él calzarse las zapatillas y quemar asfalto.
Cree que se están sentando la bases para que España disponga, «más pronto que tarde», de un ramillete de buenos mediofondistas que aporten medallas en los campeonatos internacionales. De lo que sí está convencido es que «deporte y solidaridad siempre deben ir de la mano«. «Y no cabe duda de que el próximo domingo en Linares será una de muchas más», concluye.
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