Sandroni: «Mi estancia en Linares me hizo crecer como persona y como profesional»

El técnico del Intercity CF regresa Linares "sin rencor" y consciente de la "enorme dificultad" que entraña ganar en un estadio como Linarejos

Por:Javier Esturillo
Alejandro Sandroni en una sesión preparatoria del Intercity CF.

Hector Alejandro Altamirano Sandroni (Córdoba, Argentina, 1972) llegó al Linares en el estreno de la Primera Federación. El sempiterno Alberto González había rechazado la oferta de renovación a la espera de la llamada de un equipo de más empaque para seguir progresando como entrenador.

Sandroni era un técnico reconocido por sus hitos con el Yeclano, pero el club azulillo le abría la puerta de una nueva experiencia en un fútbol más profesional. Sin embargo, no cayó de pie y, prácticamente, desde el principio tuvo que afrontar situaciones sobrellavadas, como el despido de Chendo, uno de los futbolistas emblemáticos de esa plantilla.

Dos día antes del partido frente al Atlético Sanluqueño, de la quinta fecha del campeonato, fue destituido por la directiva debido a los resultados. Solo había sumado dos puntos de los doce posibles. Pocas horas después, el club anunciaba, a través de las redes sociales, el regreso de Alberto González. Volvía el hijo pródigo a Linarejos.

Sandroni da órdenes a los jugadores durante su etapa en el Linares.

El preparador hispano-argentino no pudo ni despedirse. Ya era historia, en medio de la algarabía por la contratación de su homólogo de Tolox. Hizo las maletas y puso rumbo a Yecla, sin una mala palabra. Pasó más de un año en blanco hasta que lo rescató el Intercity CF, un mes antes de que acabara la Liga. El conjunto alicantino estaba con la soga al cuello, en puestos de descenso. En un arreón final espectacular, esquivó el desastre y acabó salvándose con holgura.

En la actualidad, el Intercity ocupa la séptima posición de la tabla del Grupo II de Primera Federación, con 22 puntos, los mismos que el Ceuta, en promoción de ascenso, y que el Algeciras. Le saca diez al Linares, su próximo rival.

Sandroni «no guarda rencor» a nadie del club azulillo, a pesar del amargo trago del despido y de perder un año en el oficio. Hace suya esta reflexión de José Luis Borges para explicar sus sentimientos a la que fuera brevemente su casa. «Yo no hablo de venganzas ni perdones, el olvido es la única venganza y el único perdón». En cierta manera, el preparador del Intercity se queda con la experiencia, puesto que, en su opinión, le «hizo crecer como persona y como profesional».

De lo que si es consciente es de la dificultad que entraña ganar en Linarejos. «Es un campo especial, que te atrapa y te enamora. Todos los entrenadores sabemos que sacar algo positivo de allí es muy difícil, porque la afición aprieta de lo lindo. Para mí, será un placer volver a Linarejos», reconoce a este periódico, guardando cualquier crítica en su interior.

Fotos: Intercity CF y Linares Deportivo

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