Daniel Moreno Rodríguez, concejal del Grupo Municipal del Partido Popular hasta el 28M, indaga en lo descarnado de las luchas por el poder en la política para armar su primer libro: ‘Yo soy crítico’. Una obra de la que echa mano de experiencias vividas durante el mandato que está a punto de acabar para retratar un mundo maquiavélico.
El libro del exedil de Bomberos y Urbanismo no es un thriller político, sino el relato de los hechos sucedidos en el Ayuntamiento de Linares durante el mandato de Raúl Caro-Accino, número 2 de la lista de los populares para el 28 de mayo.
La historia está contada de manera cronológica desde el inicio de la composición de las listas del PP para las locales de 2019, pasando por la campaña electoral, el acuerdo de Gobierno entre Ciudadanos, PP y Cilu, el mandato de Caro-Accino, la moción de censura y hasta la precampaña de estas elecciones.
A lo largo de sus 162 páginas desmonta los ‘tejemanejes’ del anterior alcalde, así como ajusta cuentas con algunos de los que, a día de hoy, siguen siendo sus compañeros de bancada en el Consistorio.
Sin embargo, Raúl Caro-Accino y Noelia Justicia, su subordinada y delfín, como la define el propio autor, son dos de los peor parados en la lectura del libro, publicado el pasado 2 de mayo y que se puede adquirir en Amazon por 9,99 euros.
Con un lenguaje que sorprende a veces por lo contundente y que hace leña de un regidor que «no sabía ni dónde estaba» cuando llegó al Ayuntamiento. De hecho, Daniel Moreno se pregunta: «¿Cómo pudo Raúl Caro llegar a la Alcaldía sin ganar las elecciones, y sin ni siquiera ser Ciudadanos el primer partido de la oposición? Es más, ¿Cómo llegó alguien como él a ser candidato a una Alcaldía por un partido emergente? ¿Qué puede esconder esta controvertida historia?. ¿La historia continúa? ¿Se repetirá?».
A estas interrogantes añade otras y una profunda preocupación de la militancia del PP: «Lo que más preocupa hoy a la militancia popular es: «¿Volverá Raúl Caro a ser Alcalde de alguna forma? ¿Serán verdad los rumores de que seguirá intentándolo, pero esta vez trepando dentro del Partido Popular?».
Revela como Caro-Accino no solo estaba dispuesto a pactar con el PP, sino que lo haría con el PSOE si de este modo alcanzaba cota de poder en el Ayuntamiento a través de acuerdos con su secretario provincial, Francisco Reyes. Así al menos se lo transmitió uno de sus compañeros de Grupo Municipal Popular, quien en una reunión alertó sobre esta posibilidad. «Raúl iba a formar Gobierno con nosotros, o con el PSOE, pero que iba a hacerlo seguro», anticipa Daniel Moreno, en ese momento secretario general del PP y número dos de la lista. «Raúl iba a ser alcalde con el PP, o con el PSOE; pero alcalde, seguro», insistió un edil popular en la citada reunión.
Así las cosas, «nosotros, la verdad, que le creímos», acota el autor. Por tal motivo, se aceleraron las conversaciones para sumar los 13 concejales que daban la mayoría suficiente para arrebatar el poder a los socialistas. En esa ecuación entraba Cilu que aceptó la propuesta, al igual que el PP sacrificó a su cabeza de lista, Ángeles Isac, por «cumplir con nuestra promesa electoral estrella (el #cambio)», siempre según el texto de Daniel Moreno.
Reparto de concejalías en la Cámara de Comercio
El concejal del PP desvela que «el reparto de concejalías de Gobierno se acordó en la sede de la Cámara de Comercio de Linares», de donde era hasta ese instante gerente Raúl Caro-Accino. «A mí no se me permitió asistir a esa reunión. No me dieron razones, pero después supe que ya en ese momento Raúl me atribuía la autoría de una campaña contra él, que por cierto nunca se ejecutó, y dijo que allí no entraba yo; él estaba en su territorio (la Cámara de Comercio) y, sin aún conocerlo, esa actitud ya me pareció una muestra de cobardía», apunta Moreno.
En esa reunión se acordó la propuesta de sueldo para los concejales liberados del equipo de Gobierno, escritos en una «hojita de papel». «Recuerdo la cifra de 72.000 euros que, según él -en referencia a un compañero del PP-, era el máximo bruto anual que podíamos cobrar como concejales liberados».
«Yo elegí la mitad del sueldo más pequeño, en concepto de media liberación. Mi intención fue, además de serlo, parecerlo. No llegué a la política por dinero y quería demostrarlo siendo el que menos cobrase de todos, de lejos, distanciándome todo lo posible de otros miserables con aspiraciones ministeriales«.
«Raúl Caro llegó con las manos en los bolsillos… e igual sigue»
Daniel Moreno advierte en su publicación de que «Raúl Caro, como alcalde, sólo podía refugiarse en el trabajo político del PP, ya que él no traía ni programa electoral útil, ni equipo, ni estructura política; Raúl llegó a la política con las manos en los bolsillos, e igual sigue«.
Reconoce, del mismo modo, que el pacto suscrito con Cs fue «por orden directa del PP andaluz«. «Quizás entregamos la Alcaldía de Linares a Cs a cambio de que, sepa Dios dónde, Cs entregara cierta Alcaldía al PP. A esto, lo llaman alta política. Alta traición, diría yo«.
«Soy crítico», que se divide en catorce capítulos, más una reflexión final del autor, continua desgranando las maniobras de Caro-Accino, al que califica de idiócrata. para dirigir el Ayuntamiento a su antojo, con la connivencia de determinados actores, entre ellos Noelia Justicia.
En este punto, uno de los pasajes del libro desmonta muchas las afirmaciones del anterior regidor sobre la generación de empleo en la ciudad. «…Raúl Caro y Noelia Justicia se paseaban por aquellas empresas amigas que, con el apoyo (digamos posibles subvenciones u otros recursos), comenzaban su andadura en Linares. La foto del nuevo alcalde y su delfín creando empleo era muy importante. Tan importante, como engañosa«. «Mientras tanto -agrega-, la ciudad ganaba 122 parados más», remata.
Daniel Moreno acusa al número 2 de la candidatura del PP de manipular la comunicación institucional y eliminar de la «foto» a todos aquellos que no estaban en su círculo de confianza que, a fin al cabo, se limitaba a la «camarilla».
Moción de censura
A juicio del que fuera concejal de Bomberos y Urbanismo, Caro-Accino se confío demasiado en relación con la posibilidad de que se registrara la moción de censura. Pero erró, puesto que el «PSOE curó sus heridas, se rearmó, y hubo oposición suficiente para presentarla», con el apoyo de IU y de Cilu, partido al que el todavía alcalde de Cs «vilipendió» hasta perder su apoyo.
Daniel Moreno comenta en su libro como trató de convencer al presidente provincial del partido, Erik Domínguez, para evitar la moción, con un planteamiento «muy sencillo»: la salida de Caro-Accino del poder, tal y como pedían PSOE, IU y Cilu. De esta manera, el PP y Ciudadanos seguirían gobernando el Ayuntamiento. «Esta opción no gustó a los altos cargos del Partido Popular… Erik se excusó en que lo último era pedir dimisiones de alcaldes, porque el PP tenía muchos otros alcaldes en otros municipios a los que se les podía hacer lo mismo».
Incluso cuenta cómo negoció con Cilu para que apoyase a Ángeles Isaac como alcaldesa, alternativa que vio con buenos ojos el partido municipalista, pero no tanto en las «cloacas» de su propia formación. «El Partido Popular no fue capaz de tragarse su propio ego e intereses particulares para evitar perder nuestra Alcaldía (la que nos correspondía), y dimos lugar a que el PSOE llegara y presentara la moción de censura el día que dijo que lo haría y a la hora que dijo que la presentaría, tal y como avisaron un año antes», lamenta en el libro.
Artimañas para ganar tiempo
También critica las artimañas legales utilizadas para frenar el pleno de febrero en el que se debía debatir la moción y, por lo tanto, proceder al cambio de Gobierno. En esa estrategia participaron Noelia Justicia, Mayte López y José Luis Roldán que fueron los encargados de presentar la querella por un supuesto delito de prevaricación administrativa, con el único propósito de ganar tiempo, pues, meses más tarde, fue desestimada por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. «He de decir que a mí esto no me gustó nada. El ejemplo y formación política que yo he recibido no contempla el atacar cuestiones personales para estos asuntos», admite el edil del PP, quien añade: «¿No se daban cuenta que eso no iba a tener ningún recorrido más allá de marear la perdiz de la moción unos meses, y le podían hacer mucho daño al honor de Javier Palacios, criminalizándolo?», denuncia.
Esto solo son algunos extractos del libro que, igualmente, hace alusión a las luchas internas dentro del PP, a la gestión del Ayuntamiento como si fuera una empresa y al ninguneo al que fueron sometidos varios concejales de Ciudadanos, como Pedro Cintero y Rafael Funes, y de la formación conservadora que no se plegaron a los intereses particulares de unos cuantos. «La política es un nido de fariseísmo y un permanente foco de problemas que lastran a la democracia», admite Daniel Moreno, ingeniero técnico industrial, que ejerce como perito forense. En este libro ha tratado de ser fiel con su manera de entender la política como servicio público. «Si hoy soy libre, y puedo escribir como tal, es gracias a él -en referencia a su padre, al que le dedica el libro-«.
Este periódico ha tratado de conocer la opinión de la cabeza de lista del PP, Auxi del Olmo, quien ha declinado hacer declaración alguna al respecto.