Una reapertura que sabe a sueño cumplido

Papelería Orta sube de nuevo la persiana bajo la denominación de Las Tres Jotas, manteniendo la esencia de negocio familiar

Por:Javier Esturillo
26 septiembre 2025
José Javier y Jaime Raya charlan con su madre, Rocío González, en la puerta de Papelería Las Tres Jotas. Foto: Javier Esturillo

Una de las clásicas preguntas que hacen los adultos a los niños es: “¿Qué quieres ser de mayor?”. Esta interpelación, aparentemente intrascendente e ingenua, tiene más carga emocional de lo que de entrada pudiera parecer. Astronauta, futbolista, artista, policía, abogada, doctora, maestra o bailarina. Las respuestas de los pequeños sobre la cuestión de su dedicación futura son variadas, pero también puede surgir el “no lo sé” o la duda.

En el caso de Rocío González Ortega no había titubeo alguno: quería tener una papelería librería. Le encantaba el característico olor de los libros, con esas notas de vainilla y dulzor. También los cuadernos Santillana, las gomas de borrar de nata, los bolígrafos de varios colores y despachar con una sonrisa en los labios. Ninguna de estas sensaciones ha perdido con el paso de los años, pero ha sido el destino el que ha querido que cumpla su sueño de niña.

Las casualidades existen. Su hijo menor Jaime Raya acudió una mañana de julio a la Papelería Orta, en la linarense calle Canalejas, para hacer unas fotocopias. Allí, se enteró que el negocio fundado por Antonio Orta Andrés tenía los días contados. Su propietario, Francisco Orta Román, se había jubilado y ante la falta de relevo, en apenas un mes, bajaba la persiana definitivamente.

Rocío González, flanqueada por sus hijos Jaime y José Javier Raya.

Jaime, de 20 años de edad, se lo comentó a su familia. Al principio vacilaron un poco, pero al ver los ojos de su madre brillar, él y su hermano José Javier dieron un paso al frente y decidieron hacerse con las riendas de este histórico establecimiento.

Bajo la denominación comercial de Las Tres Jotas -en alusión al nombre de su padre, el fotógrafo José Raya, fallecido en 2015, al suyo y al de su hermano-, el local ha recobrado la vida. Lleva abierto tres semanas y en su interior se respira muchísima ilusión, aun siendo conscientes del riesgo que supone, en la actualidad, aventurarse en este tipo de empresas.

Sin embargo, los sueños están para cumplirse y más tratándose de una madre. Los tres forman un gran equipo y proyectan una química especial. Están recién llegados. Siguen desembalando cajas y realizando pedidos para completar el escaparate de artículos que ofrecerán. Seguirá siendo papelería y librería, aunque también ofrecerán sus servicios para bodas, bautizos, comuniones, aniversarios y cualquier otro evento de celebración. No en vano, es la extensión de José Raya Fotógrafo & Eventos, negocio ubicado en la calle Tetuán.

La papelería mantendrá su identidad, con el mostrador y las estanterías de toda la vida. «Lo único que vamos a hacer es modernizarlo y actualizarlo a los tiempos que corren», declara a este periódico el delfín de la familia Raya-Ortega. El resurgimiento de una tienda tan simbólico es motivo de fiesta, porque detrás de la máscara digital de las redes sociales se esconden más lectores de lo que pensamos.

Las Tres Jotas -u Orta, según se mire- ha vuelto en septiembre con nuevo equipo y una apariencia renovada. Es un ejemplo del renacer de estos comercios tradicionales que ningún lugar debe permitirse el lujo de perder, puesto que forman parte de su historia y del recuerdo de numerosas generaciones.

Fotos: Javier Esturillo

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