El Linares acabó este sábado su participación en el primer Torneo de Iniciación de Temporada Primera RFEF y el periodo de preparación previo al comienzo del curso con sensaciones contradictorias.
En relación con el bolo veraniego organizado por los equipos fundadores de la Asociación de Clubes de la Tercera Categoría en San Sebastián de los Reyes el saldo ha sido negativo en cuanto a resultados: tres derrotas frente a una sola victoria.
El conjunto de Alberto González fue superado por el Rayo Majadahonda (2-1); la Balona (2-1) y el Sanse (2-0), mientras que ganó al Real Unión de Irún (1-0), todos estos resultados en partidos de 45 minutos. La lectura positiva, más allá de los marcadores, es cierta mejoría en el juego del equipo que en ninguno de los enfrentamientos fue inferior a sus rivales. La negativa vuelve a estar en el ataque y en defensa, dos líneas que, a lo largo de pretemporada, han dado pocas prestaciones para el nivel tan exigente como Primera RFEF.
El balance del trabajo de verano se resume en solo dos victorias, otros tantos empates y seis derrotas, con seis goles a favor por diecisiete en contra. Un tanteo algo pobre para las expectativas de la afición, si bien es cierto que la plantilla ha experimentado una renovación casi al completo, por lo que todavía debe ensamblarse y adquirir los conceptos técnicos y teóricos que quiere Alberto González.
Esas luces y sombras se reprodujeron en cuanto al rendimiento colectivo de los azulillos, demasiados altibajos que llevan a un sector de la hinchada a expresar su preocupación y que quizás pueden servir de estímulo para espolear al vestuario al debut liguero.
El entrenador de Tolox tiene por delante una semana para enderezar el rumbo y llegar al estreno frente al Mérida en el Municipal de Linarejos con ciertas garantías de éxito. Nadie duda de que el plantel será competitivo y ofrecerá una imagen diferente a la pretemporada, puesto que se verá sobre el césped un once tipo o al menos una idea de lo que desea realmente Alberto González.