Los usuarios de autocaravanas, caravanas o furgonetas camperizadas crecen año tras año. La pandemia supuso un revulsivo para esta forma de hacer turismo, que cobró un fuerte auge y está plenamente consolidada.
Baños de la Encina es un ejemplo del crecimiento de este sector. A punto de cumplirse un año de la apertura de aparcamiento de autocaravanas, los resultados no pueden ser más positivos, tanto para la empresa que gestiona el estacionamiento como para el propio municipio. «Estamos muy satisfechos de este primer año. Está yendo muy bien, aunque ha bajado algo en verano por el tema del calor», señala a este periódico Marina García Navarro, promotora del negocio.
El alcalde, Antonio las Heras, también se muestra satisfecho con el impacto que este turismo está teniendo en el pueblo. «Lo cierto es que es una fuente de ingresos para la hostelería y otros servicios. El Ayuntamiento valora la puesta en marcha de esta área y, de hecho, hemos arreglado el camino que conduce a ella para facilitar la circulación de vehículos», refrenda el regidor.
La fiebre por viajar en estas ‘casas rodantes’ ha reforzado a Baños de la Encina como referente turístico de la provincia, más allá del tradicional. Y es que abrir la puerta de la autocaravana y toparse con el Castillo de Burgalimar, uno de los mejor conservados de Europa, la iglesia de San Mateo y el enclave natural de Sierra Morena está al alcance de muy pocas localidades jiennenses.
«Sitiazo para ver la puesta de sol, disfrutar de uno de los pueblos más bonitos de España y muy tranquilo», dice un usuario después de su visita. «Es la mejor forma de viajar y conocer Baños», añade en un comentario subido a las redes sociales.
El negocio de Marina se suma a la apertura de establecimientos vinculados a la hostelería que han multiplicado el atractivo de Baños de la Encina, hoy en día, uno de los destinos preferidos en la provincia de Jaén.