La Policía Nacional ha detenido en Linares a un hombre de 34 años que llevaba más de un año esquivando 58 órdenes judiciales que pesan en su contra, de las que 13 conllevan ingreso en prisión.
El individuo había conseguido eludir a las autoridades desde enero de 2024, cuando el Grupo de Estupefacientes de la Comisaría linarense trató de echarle el guante por delitos de extorsión y amenazas graves, en la denominada ‘Operación Cajero’, en la que sí cayeron otras dos personas. El sospechoso logró huir a la localidad de Elda (Alicante), lo que dificultó su localización.
A finales de ese mismo año, el prófugo regresó a su domicilio familiar de Linares. Los investigadores supieron de su regreso e intensificaron las vigilancias para tratar de atraparlo. Sin embargo, no fue nada sencillo porque estaba protegido por su familia que se encargaba de proveerlo de comida y bebida en en un cobertizo de la terraza de la vivienda. Allí, se sentía seguro, pues tenía preparada una vía de escape a través de los tejados, como ya hizo en la Operación Piruleta, vinculada con el tráfico de drogas.
Según precisa la Policía Nacional en un comunicado, el sujeto fue finalmente arrestado en un operativo llevado a cabo de madrugada en el que participaron efectivos de la Brigada de Policía Judicial de Linares, en colaboración con la Comisaría Provincial de Málaga. Loa funcionarios se tuvieron que emplear a fondo, puesto que el fugitivo sabía que estaba siendo buscado y estaba pendiente de cualquier movimiento. De hecho, trató de fugarse otra vez por el tejado la zona trasera de la vivienda donde se encuentra un arroyo, pero sin éxito.
Tras la detención y una vez finalizadas las diligencias policiales, se procedió a su traslado e ingreso en prisión, dando cumplimento a las requisitorias judiciales.
