La aplicación del plan de ahorro energético desconcierta a hosteleros y comerciantes de Linares

Los pequeños y medianos negocios cuestionan las nuevas medidas del Gobierno en una ciudad donde el calor "aprieta de lo lindo" en verano

Por:Javier Esturillo
Un ventilador a toda potencia en una cafetería de la calle Julio Burell de Linares. Foto: Javier Esturillo

Desde mediados de mayo, cuando se registró la primera ola de calor, los termómetros en Linares rara vez han bajado de los 35 grados. Tanto es así que julio fue el más caluroso desde que se tienen datos y agosto no le va a la zaga.

Los comerciantes y hosteleros ya saben que, a partir del próximo martes, 8 de agosto, deberán aplicar el nuevo plan de ahorro energético dispuesto del Gobierno. Contempla medidas como la limitación de la temperatura a los 27 grados o el apagado de los escaparates a partir de las diez de la noche.

El plan también recoge otras disposiciones controvertidas, como la obligación de los establecimientos de contar con puertas de cierre automático a partir del 30 de septiembre. En este caso se trata de una medida que puede chocar con la ventilación necesaria frente al covid.

Esta norma estará en vigor hasta noviembre de 2023 y concede un plazo de una semana para que los establecimientos se acomoden a las nuevas exigencias de control de temperatura y alumbrado.

Aire acondicionado a 27 grados en una tienda del centro.

Entre los consultados por este diario, hay reacciones para todos los gustos, pero, por lo general, son negativas. Según el propietario de una tienda del centro, «apagar los escaparates a las diez de la noche entristece las calles y empobrece la vida de un ciudad muy castigada, sobre todo en verano, cunado hay mucha gente paseando por la noche», lamenta.

La presidenta de la Asociación de Hosteleros de Linares, María Teresa Márquez, se muestra contrariada con el plan de ahorro energético del Gobierno. Para ella, las medidas deberían regularse según las comunidades autónomas. «No es lo mismo el verano de aquí que el del norte. Con las temperaturas que estamos sufriendo, hace más calor dentro del local que en la propia calle, por lo que habrá gente que prefiera quedarse en casa», advierte.

Por eso prevé que se produzca una bajada en las ventas de los restaurantes, puesto que son espacios más amplios, donde los 27 grados pueden ser insuficientes. Otra de las cosas que preocupa a María Teresa Márquez son los costes extras que estas medidas ocasionarán a los pequeñas y medianos empresarios con la incorporación de termómetros que hagan visible la temperatura, por no hablar de la instalación de puertas automáticas, que supone un gasto en mano de obra y reforma en el local. «Es que son medidas ilógicas que nos perjudican gravemente», cuestiona. De lo poco positivo que extrae de la norma es la obligación de revisar todos los sistemas de refrigeración, así como calderas e instalaciones térmicas.

Edificios administrativos, espacios culturales y estaciones de autobús

El plan de choque de ahorro y gestión energética en climatización, que busca reducir el consumo en el contexto de la invasión rusa de Ucrania, también afecta a edificios administrativos, espacios culturales, cines, así como estaciones de autobús, tren y aeropuertos, entre otros.

La vicepresidenta tercera de la Diputación de Jaén, África Colomo, ha asegurado que en la Administración provincial están «bastante preparados» para cumplir con el real-decreto de medidas de ahorro y eficiencia energética aprobado por el Gobierno de España.

Tal es así, que alguna de las medidas, relativas a iluminación de edificios y también de control de temperatura, se podrían poner en marcha de forma inmediata y sin esperar a la fecha de cumplimiento obligatorio.

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