Linares lleva desde el 11 de marzo de 2018 sin mercado de abastos. El derrumbe de la antigua plaza de 1906 debido a las fuertes rachas de viento y a la lluvia dejó a unas treinta personas en la calle y a la ciudad sin uno de sus referentes comerciales.
Han pasado casi cuatro años de aquella desgracia y los pasos dados para recuperar el mercado no han sido nada sencillos, tanto desde el punto de vista administrativo como del económico.
La Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado (Edusi) permitió desbloquear este último aspecto para poner en marcha las ansiadas obras de lo que prevé como un mercado moderno, cosmopolita y acorde a las necesidades de la segunda ciudad más importante de la provincia y cabecera comercial de la comarca.
Sin embargo, la remodelación integral del denominado mercado de frutas y verduras duró más de la cuenta con continuos retrasos. Los trabajos acabaron en mayo de este año, pero ahí se quedó la cosa.
Prácticamente cuando 2022 llega a su fin, el Ayuntamiento ha sacado a licitación la adjudicación de los 23 puestos (19 para venta y 4 polivalentes) que componen este espacio.
La adjudicación se realizará mediante concurso y el precio de los puestos varia según su superficie, con arrendamientos que van de los 101,64 euros a los 879,67 para tres módulos destinados a usos múltiples. La duración del contrato será de un año, tal y como recoge el pliego de cláusulas administrativas al que ha tenido acceso este periódico.
El coste total de la rehabilitación del Mercado de Frutas y Verduras ha sido de 801.000 euros tras el proceso de adjudicación y posterior modificación del contrato. Del total, 441.000 euros han sido aportados por recursos propios de la Administración municipal; 240.000 de Fondos Europeos (Edusi) y, por último, 180.000 correspondientes al Plan Especial de Apoyo a Municipios de 2018 de la Diputación Provincial de Jaén.
En esta obra se ha actuado en un total de 3.157 metros cuadrados, con una intervención completa tanto en la superficie baja relativa a puestos y anexos, como en la superficie del garaje y en el sótano y cámaras frigoríficas.
