La empresa linarense Meltio y Phillips Corporation han colaborado en la instalación de una solución de impresión 3D metálica en un buque de la US Navy, para fabricar a bordo piezas de repuesto y reparaciones. La tecnología ha sido integrada con la fresadora de control de los centros de mecanizado vertical del buque USS Bataan.
La Marina estadounidense se ha enfocado en mejorar la autosuficiencia de sus buques desplegados y sus tripulaciones y en reducir los plazos de la cadena de suministro, mediante la instalación permanente de la primera impresora 3D metálica a bordo de un buque. De esta forma, los ingenieros unirán distintos materiales para fabricar piezas a partir de datos de modelos 3D.
«Es la primera tecnología de fabricación aditiva [impresión 3D] por deposición de metal por láser instalada a bordo de un buque de la Armada», celebra el director general de la división híbrida de Phillips Corporation, Brian Kristaponis.
Tanto si se trata de crear un artículo como una pieza de maquinaria, la impresión 3D facilita la producción en el punto de necesidad cuando el tiempo y la disponibilidad operativa importan, según la multinacional. A partir de esta tecnología, los ingenieros a bordo pueden unir distintos materiales para fabricar piezas a partir de datos de modelos 3D, normalmente capa sobre capa.
Estas impresoras tienen la capacidad de «ayudar a la Armada a superar tanto los problemas de obsolescencia de buques y sistemas cuya vida útil se mide en décadas como de contribuir directamente a mejorar la disponibilidad operativa de sistemas y buques», afirma el ingeniero jefe de Navsea, Jason Lloyd.
El sistema Phillips Additive Hybrid imprime acero inoxidable 316L, un material predominante en los sistemas de los buques de la US Navy. Aunque la fabricación aditiva de acero inoxidable a bordo de buques de guerra es nueva, proporciona a los marineros capacidades de fabricación de nivel industrial para imprimir piezas individuales de sistemas que antes no estaban disponibles sin adquirir el sistema completo (a un coste significativamente mayor).
Por otra parte, los ingenieros de Navsea instalaron una segunda impresora 3D a bordo del Bataan para producir componentes de plástico, posibilitando a la tripulación imprimir cualquiera de los más de 300 paquetes de datos técnicos que permiten fabricar una pieza y garantizar su funcionamiento.
El Bataan, buque de asalto anfibio polivalente, transporta a más de 2.500 marineros e infantes de marina cuando está totalmente embarcado, y es el quinto buque de la clase Wasp de la Armada. Entró en servicio el 20 de septiembre de 1997 y es el segundo buque de guerra de la Marina estadounidense que lleva ese nombre.