Francisco Ruiz González sabe lo que cuesta mejorar cada marca, elevar un milímetro el listón o alcanzar la mejor forma en el momento preciso. Lo sabe desde que era pequeño y se calzaba las zapatillas para correr en la maltrecha pista de atletismo del Mariano de la Paz.
Este viernes ha alcanzado la gloria mundialista al colgarse el oro en la final de los 60 metros vallas para mayores de 45 años en pista cubierta. ‘Chumbo’, apelativo con el que se le conoce, voló sobre el tartán del pabellón de la localidad polaca de Torun, donde marcó un tiempo de 8 segundos y 52 centésimas para llevarse el título en los Campeonatos del Mundo Master que se celebran hasta este sábado.
La plata fue para el australiano Brad Krawczyk (8.80), mientras que el bronce recayó en el italiano Paolo Citterio (8.86) en una final en la que el vallista linarense demostró que el sacrificio individual de tantos años ha merecido la pena, aunque hoy peine canas.
En Francisco Ruiz confluyen aspectos que convierten todas sus gestas en algo épico. Haber superado numerosas lesiones y lograr rehacer su cuerpo hasta regresar a la élite de una disciplina tan dura como los 60 metros vallas le convierten en un personaje de leyenda para el deporte linarense, en el que sigue haciendo historia.