A falta de mes y medio para la celebración de las elecciones municipales del 28 de mayo, las formaciones políticas marcan terreno con una agenda de temas en la que se va a por todas. Movilizar a la militancia, recuperar el contacto con los ciudadanos y escuchar sus reivindicaciones y demandas son los objetivos de cada uno de los partidos que concurren a los comicios.
Ahora más que nunca, sus líderes se dejan fotografiar en cualquier acto, ya sea una procesión o una exposición de manualidades. Lo importante es salir y que se mueva por redes sociales, la nueva promoción política que ha arrinconado a las tradicionales reuniones o mítines.
Los votos se van a luchar palmo a palmo, barrio a barrio, distrito a distrito. Históricamente el PSOE e Izquierda Unida han sido los que más papeletas han capitalizado en las zonas del extrarradio de Linares.
Las barriadas, desde las primeras elecciones democráticas, han sido de la izquierda, mientras que el voto más conservador se encuentra diseminado por el centro del municipio y distritos de clase media-alta.
Solo en las autonómicas del pasado 19 de junio ese tendencia cambió y, por primera vez, el mapa electoral linarense se tiñó de azul, con una mayoría aplastante para el PP de Juanma Moreno.
Todo cambia en las municipales
Sin embargo, en las locales la cosa cambia. Así, en 2019, los socialistas se llevaron el gato al agua en prácticamente todos los distritos de la periferia –Arrayanes, San Antonio, San José, Santa Ana, La Zarzuela, La Paz, La Andaluza, Girón, el casco antiguo y parte de la zona de la plaza de toros-.
Todos ellos bastiones de la izquierda y donde más ha centrado su accción política el alcalde, Javier Perales (PSOE), y sus socios de Gobierno en el Ayuntamiento, Izquierda Unida.
Es más, durante los tres años de Ciudadanos y Partido Popular fueron los que más sufrieron el abandono del Consistorio. De hecho, en Arrayanes 520 Viviendas llegaron a colgarse pancartas contra la gestión del entonces alcalde de Ciudadanos, Raúl Caro-Accino, ahora en las filas del PP, y del concejal de Infraestructuras Urbanas, José Luis Roldán, que fueron rápidamente retiradas por orden municipal. A Caro-Accino se le criticó en más de una ocasión su ausencia total de empatía con los barrios, su altanería y su falta de diálogo con los vecinos.
Todo lo contrario que la candidata popular, Auxi del Olmo, que, durante su etapa en Participación Ciudadana, mantuvo un contacto directo con los colectivos vecinales que fue muy apreciado.
‘Fontaneros’
Conseguir buenos resultados en los barrios depende mucho de la figura de los ‘fontaneros’ de partido, gente reconocida socialmente y con mucha fuerza en las barriadas.
Se trata de personas que podían tener un enganche para acercarlas a los partidos y conseguir así más simpatías entre un núcleo importante de la población que no tiene una ideología bien definida y que de unos a otros comicios pueden votar opciones opuestas radicalmente. En ese caso, la izquierda tradicionalmente ha sabido atraer a este tipo de ciudadanos.
