La desidia, la inacción, la falta de presupuesto o, simplemente, el desinterés de sus propietarios llevan a que determinados edificios de Linares sean un verdadero peligro debido a su estado de abandono. El problema es que situación ruinosa son un verdadero peligro para los viandantes.
El Ayuntamiento se ha visto obligado a tapiar la puerta de entrada y a establecer un perímetro de seguridad en un inmueble de la Avenida Andrés Segovia, ubicado a solo unos metros del Parque de Bomberos, ante el riesgo que supone entrar en la vivienda o pasar junto a ella. Por ello, se decidió acordonar el frente de la vivienda para que los peatones transiten por la calle lo más alejado posible de la misma.
Desde hace tiempo que los técnicos y el propio Parque de Bomberos había advertido de la necesidad de reforzar las medidas de seguridad dada la inestabilidad que presenta el inmueble. Fue la anterior concejal Infraestructuras Municipales, Laura Cerezuela, la que atendiendo a los informes ordenó intervenir de manera subsidiaria “para evitar que ocurra cualquier tipo de daño personal», tal y como ya se hizo con anterioridad con otro edificio en la calle Bailén.
En la mayoría de ocasiones, se trata de pisos abandonados o viviendas en las que los propietarios no realizan las tareas de mantenimiento e incumplen los requisitos de seguridad. Cuando el Ayuntamiento detecta estas situaciones exige a los dueños que tomen medidas. Si no lo hacen, el Consistorio se hace cargo de los trabajos de forma subsidiaria.
La realidad muestra, sin embargo, que los propietarios incumplen los requerimientos municipales. Esto ocurre en otras muchas zonas de la ciudad, como el casco antiguo o barrios periféricos, donde numerosas construcciones presentan graves deterioros.