La economía en Linares es plana. ‘Ni chicha, ni limoná’, como diría un castizo. Ni sube ni baja y, si lo hace, de forma casi imperceptible desde hace más de tres años. Lo apuntan los datos del registro de sociedades inscritas en la Seguridad Social recogidos por el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía.
La ciudad cerró el pasado mes de junio con 1.191 empresas, prácticamente las mismas que mayo (1.205) y que el mismo mes del año anterior (1.204). Es decir, que apenas existe movimiento en cuanto a la creación de nuevas sociedades en la ciudad, por lo que capta menos emprendimiento en momentos de bonanza.
El problema es ni con la pandemia acabada la economía local repunta. Hay prácticamente igual número de negocios antes del Covid-19 que después, lo que se traduce en una sensación de crisis permanente.
Ninguno de los gobiernos locales desde 2019 tienen buenas razones para defender los resultados económicos de su gestión. La superficialidad con la que se ventilan los asuntos en esta materia choca frontalmente con la realidad.
Por sectores
Los datos reflejan una verdad más que evidente: Linares es una ciudad de servicios. De las 1.191 empresas registradas en la Seguridad Social, 966 se dedican a este sector. La industria (76 empresas) ha quedado relegada a un papel demasiado secundario para un municipio que durante décadas ha vivido de ella. Lo mismo ocurre con la construcción (91 empresas) y con la agricultura (56 empresas), cuya aportación al PIB es inferior en relación con otros territorios de la provincia.
De acuerdo siempre con los datos del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía, dependiente de la Consejería de Economía, Hacienda y Fondos Europeos, el comercio [al por mayor y al por menor] representa un puntal para la economía linarense en cuanto a la cifra de empresas, con 355, frente a las 166 de la hostelería. El resto se distribuyen entre aseguradoras, bancos, inmobiliarias, transporte y actividades profesionales, entre otras. Lo cierto es que Linares acumula alarmantes y crecientes desequilibrios que la hacen muy vulnerable ante cualquier factor de riesgo.