El deporte induce un gran mercado que aporta riqueza y es casi inmune a las crisis. El estilo de vida ciudadano ha cambiado y la actividad física y el ocio son un componente muy importante en la agenda semanal. Hablamos de un amplio sector de la población.
Un colectivo que gasta en gimnasios, compra vestimenta deportiva, participa en competiciones, y paga por practicar su disciplina favorita. A estos grandes consumidores se suman los turistas atraídos por las competiciones o la práctica deportiva.
El Campeonato de Andalucía de natación de jóvenes promesas que se celebró el pasado fin de semana en la piscina central del Parque Deportivo La Garza congregó a casi medio millar de deportistas, a los que hay que sumar técnicos. jueces o árbitros y, por supuesto, familias. Traducido en impacto económico representa mucho para Linares y su comarca.
Esta instalación de titularidad pública moviliza la llegada de visitantes, genera empleo y deja un importante remanente en facturación para sectores tan sensibles para la ciudad como el hostelero, el hotelero y el comercial. De ahí, la relevancia de la actividad deportiva profesional y la aficionada. No en vano, son la base del mercado de La Garza.
Según los datos aportados por la dirección del parque a este periódico, anualmente, pasan por el complejo unos 200.000 usos, de los que 85.000 están federados que llegan para participar en alguno de los eventos que se organizan. Cifras que ponen de manifiesto la repercusión económica y mediática de La Garza.
Uno de los plus del parque es su campo de golf, el único público de la provincia, que reúne, cada fin de semana, a decenas de aficionados. Al año, más de 54,000 usos la infraestructura.
Obviamente, el mayor tirón se produce en la temporada de verano, en el que los usos se disparan por las piscinas y la celebración de campamentos, campus y concentraciones. Esto permite duplicar la plantilla en relación con el invierno, en el que la actividad, como es lógico, baja.
Además, de la época estival se aprovechan empresas que prestan servicio a La Garza, a través de la correspondiente licitación, desde seguridad a monitores deportivos, socorristas o trabajadores dedicados al mantenimiento. «Todos estos empleados son de Linares y comarca y en su mayoría con contrato de trabajo de carácter indefinido o fijos discontinuos en el caso de los trabajadores de temporada de verano», explica el director del complejo, Antonio Quesada.
«Igualmente -apostilla- tenemos un amplio abanico de empresas técnicas contratadas que actúan puntualmente según la programación de trabajos, como el control de plagas, mantenimiento de calderas, laboratorio de análisis de agua, proveedor de productos químicos, de áridos, suministros (gas propano, gasoil) o mantenimiento de desfibriladores, entre otras muchas», señala.
«En general, es un impacto del presupuesto de gastos de la instalación de algo más de un millón de euros anuales, tanto en empleos directos, como en empresas de servicios y proveedores de la zona», concluye Antonio Quesada.
Fotos: Parque Deportivo La Garza