Una vez finalizada la Feria de San Agustín, este lunes comienza un curso político en el Ayuntamiento de Linares marcado por numerosas interrogantes e importantes desafíos para el equipo de Gobierno del Partido Popular.
Después de un interminable álbum de fotos desde que Auxi del Olmo tomó el mando municipal, toca gobernar y gestionar. Estos más de dos meses de Alcaldía popular, solo se ha hablado de preparativos y de adaptación para unos mandatarios que son los mismos que rigieron el destino de la ciudad durante tres años.
Cuatro de los doce ediles del PP estaban en el Gobierno que fue destronado por la moción de censura de PSOE e IU, a los que conviene sumar Mariola Aranda, con experiencia municipal en la Estación Linares-Baeza, y Susana Ferrer, que formaba parte de la oposición en los últimos meses del anterior mandato. Por lo tanto, para Auxi del Olmo, Raúl Caro-Accino, Enrique Mendoza y José Luis Roldán no supone nada nuevo.
En el horizonte, cuatro años para que la recién investida alcaldesa saque adelante nuevos proyectos que le permitan dejar su propia impronta en la ciudad, consciente de que no goza de la mayoría absoluta, por lo que deberá tender puentes, sobre todo con su aliado natural en la derecha, Vox, si quiere sacar adelante, por ejemplo, los presupuestos del próximo año, así como la ordenanzas fiscales.
Otro de los asuntos que deber mejorar es la agilidad y la transparencia de la Administración local en el funcionamiento natural del día a día. Enlazado con esto, una de sus prioridades más inmediatas es la remodelación del Estadio Municipal de Linarejos, que acumula un retraso muy importante. En unos días se conocerá el proyecto en el que se invertirán unos once millones de euros, nueve procedentes de la Junta de Andalucía y dos de las arcas locales.
También tendrá que hacer frente a la puesta en marcha de la Zona de Bajas Emisiones y a la continuación de las obras de demolición de las antiguas naves del Parque Empresarial de Santana, para generar un hábitat atractivo que permita la llegada de empresas.
Luego están las intervenciones de las que se llevan hablando años, como la conexión de Vadollano-Linares, las playa de vías, el puerto seco… Sin olvidar, que los datos socioeconómicos de Linares no han mejorado prácticamente en nada en los últimos cuatro años. Además, el nuevo padrón de habitantes constatará otro descenso poblacional, dejando a la ciudad cada vez más vacía.
Asimismo, el ciudadano podrá comprobar si el presidente de la Junta, Juanma Moreno, apuesta de verdad por la reindustrialización del municipio y de la comarca, o todo queda en buenas palabras, como ha sucedido hasta ahora.
Con el curso político ya en marcha (incluida la incógnita de quién gobernará en La Moncloa), el nuevo Ayuntamiento debería de tener en su agenda de prioridades varios planes municipales que urgen impulsar, o completar su recorrido, tanto por imposición de las normas estatales como por las necesidades que tiene Linares para reactivar su economía. Todo ello marcarán doce meses a priori muy intensos.