Lucía Marín y la Orquesta de Córdoba establecieron una comunión absoluta con el público que abarrotaba el Teatro Cervantes. La incansable directora linarense arrancó más de una ovación del patio de butacas, pero también algunas lágrimas en su íntima interpretación de ‘Capricho español’ (1887), de Nikolai Rimski-Kórsakov, una hermosa composición que tuvo una ejecución magistral.
Solo fue la punta del iceberg de un concierto sobresaliente con motivo del Día de la Hispanidad, cuidado al máximo con un programa escogido para la ocasión, repleto de guiños a la tradición y al folclore español. Obras del mencionado Nikolai Rimski-Kórsakov, ‘Galdosiana’ (2020), de la compositora Laura Vega; ‘Cervantina’ (2016), de Juan Durán Alonso’, una selección de las suites números 1 y 2 de ‘Carmen’ (1875), de George Bizet.
Lucía Marín se mostró madura, enérgica, elegante y delicada en el momento justo de cada una de las piezas, con la hondura que le da haber estado al frente de las orquestas más prestigiosas del país. La expectación fue máxima, como la larguísima ovación que despidió a orquesta y director, con un Teatro Cervantes puesto en pie.
Fotos: Ayuntamiento de Linares