En el mundo actual, globalizado, da la sensación de que los músicos de rock no pueden sobrepasar los 50 años con cierta dignidad. La mediana edad es un tabú, salvo que seas un mito. A Shidow, le ocurre lo contrario. Como el buen vino, mejora con el paso del tiempo. Lo podemos comprobar en su nuevo trabajo de estudio: ‘Home’. Un disco equilibrado, sostenido, de gusto e idiosincrasia definida.
Ocho composiciones, a cual más evocadora, en las que supera los prejuicios para darle al rock lo que se merece, un futuro. ‘Home’, cuyo adelantó es la deliciosa e irresitible ‘Hurricane’, produce un magma de sonidos que desemboca en un lugar común de esperanza.
El proyecto que encabeza Javier Hernández está en un momento dulce, de prestigio, de solidez. Se constata en el álbum, mucho más maduro que los anteriores. Shidow se gusta. Su apetito voraz por conmover, por experimentar, no conoce límites.
Cierto es que la portada de ‘Home’ nos traslada a otros tiempos. Por ejemplo, a Cream, cuando en el rock todo era posible, sin estar sujetos al mainstream. Volviendo al disco propiamente dicho, Shidow ha querido más contundencia para, de este modo, lograr el equilibrio perfecto entre las canciones.
Así, ha abierto la puerta a nuevas armonías, asilándoles de lo realizado hasta el momento y que mete de lleno a la banda en un camino que le lleva a seguir investigando y exigirse más. La banda de Linares deja muy claro que estamos ante una etapa de emociones con inteligencia. Un soplo de aire fresco, sin duda.
