Cuatro empresas, ninguna de ellas con sede social en Linares ni en la provincia, concentran el 53,2 por ciento del capital social de la Sociedad Anónima Deportiva (SAD) del Linares, cuya autorización está pendiente de la aprobación del Consejo Superior de Deportes.
Tres de ellas operan en Córdoba y una en Madrid y las cuatro adquirieron acciones por valor de 100.000 euros (13,3 por ciento cada una), según la escritura de constitución de la SAD a la que ha tenido acceso este periódico.
Se trata de Nasher Asesoramiento, con sede en Colmenar Viejo (Madrid), dedicada a actividades vinculadas a los seguros, al igual que Dma Capital Spain, cuya razón social está ubicada en Córdoba.
También en la capital cordobesa trabaja Rayan Capital Sl, cuya actividad principal son los seguros y los fondos de pensiones. Por último, Ops Spain Consumer Goods, con sede en Córdoba, tiene como objeto social la explotación agrícola de fincas rústicas y más concretamente del cultivo del olivo.
Por su parte, Pop Hellanes SL, dedicada a la consultoría de empresas y gestión de instalaciones deportivas, es la única de las cinco sociedades con más acciones con sede en Linares. Propiedad del empresario linarense Miguel Hoyo Nájera, cuenta con el 18,26 por ciento de los títulos (137.000 euros), de acuerdo con el documento público consultado por este medio a través de un socio.
En el paquete accionarial no aparece el Ayuntamiento de Linares como institución, aunque si hay concejales con cantidades pequeñas. Las cuatro sociedades mencionadas adquirieron las acciones después de superarse la suscripción del capital social (7.500 acciones) y devolverle a Miguel Hoyo buena parte de su aportación.
Que la mayor parte del capital social esté en cuatro empresas de fuera de Linares y de la provincia -todas por el mismo importe- contrasta con la declaraciones del presidente, Jesús Medina, en un programa de televisión en el que defendía un modelo como el del Éibar, con un capital diverso y de gente de la localidad, un detalle que, por el momento, se desconoce.
De este modo, no se cumple la regla expuesta por el mandatario de evitar que el control accionarial recaiga en unos pocos.
Sea como fuera, la conversión del Linares en SAD sigue a expensas de la decisión del Consejo Superior de Deportes que, por otro lado, está evaluando una serie de escritos remitidos por accionistas que no están de acuerdo con el procedimiento.
