Cuando el pasado 28 de mayo el Partido Popular celebró por todo lo alto su victoria en las municipales, lo hizo sin ser consciente de que ese triunfo era demasiado exiguo para gobernar de manera plácida y sin sobresaltos.
A pesar de contar con el viento a favor, después de una dura campaña maquinada en redes sociales para desacreditar al Gobierno de PSOE e IU, su diferencia respecto al partido del puño y de la rosa fue de solo 1.646 papelas.
En los festejos de aquella noche del 28M, los populares también daban por hecho de que los dos concejales de Vox estarían a su disposición sin necesidad de ofrecer nada a cambio.
Tanto es así, que la alcaldesa, Auxi del Olmo, aconsejada por sus hombres de confianza -Raúl Caro-Accino y Enrique Mendoza-, subestimó a su socio natural por la derecha y decidió hacerse con el bastón de mando en solitario, con los doce ediles que les dio las urnas.
La realidad ha demostrado de que no es suficiente. El veto de la formación de Santiago Abascal a los presupuestos municipales de 2024 es, además de un serio aviso, la evidencia de la soledad del PP.
En estos momentos, rotas las negociaciones con Vox y con el PSOE, solo le queda recabar el apoyo de la edil de Para la Gente, Laura Cerezuela, quien mantiene la incógnita sobre la orientación de su voto en el pleno de las cuentas.
La política es cada vez más una combinación de coaliciones, y las últimas citas electorales han alumbrado danzas de alto voltaje. El PP optó por no elegir compañero de baile y ahora se encuentra en un comprometido contexto.
El gran obstáculo, según fuentes de distintos partidos de la oposición consultadas por este periódico, radica en la «prepotencia y falta de humildad» con la que acude a las reuniones y con la que ejecuta su acción de Gobierno. «Todavía no han entendido de que en política es imprescindible el diálogo desde una posición de iguales», recalcan a El Nuevo Observador las mismas fuentes.
La negativa de Vox pone en un brete la gobernabilidad del PP en el Ayuntamiento de Linares, salvo que cambie de estrategia con una disposición menos abusiva dado de que su mayoría es simple.